Este verano en la Argentina está marcado por feroces temporales que azotaron distintos puntos del país, generando importantes destrozos y muertes. En la madrugada de este miércoles, una intensa tormenta arrasó la ciudad de Jujuy, donde una importante cantidad de agua acumulada en pocos minutos provocó inundaciones en las que autos fueron arrastrados por la corriente y varias familias debieron ser evacuadas por la crecida de arroyos. 

Según informó el Servicio Meteorológico Nacional, cayeron más de 70 milímetros de agua en muy poco tiempo, lo que se podría repetir en las próximas semanas. 

El 10 de enero pasado la provincia había sufrido otro temporal, que si bien fue de mayor magnitud no había generado tanta acumulación de agua. “Tenemos que pensar que son 40 litros de agua por metro cuadrado, no hay manera de que la tierra absorba esa cantidad”, indicó el Director General de Emergencias de Jujuy, Ariel Mamaní.

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"Hasta las 21 de ayer (martes) habían caído más de 50 milímetros de agua, luego empezó a subir así que calculo que se llegó al alerta naranja que toma ese color a partir de los 70 milímetros”, resaltó el funcionario provincial.

Sobre los evacuados, Mamaní aseguró que la mayoría de los afectados prefirió quedarse en sus casas cuidando sus pertenencias. "Las familias afectadas son muchísimas, hay gente que sufrió daños en sus viviendas pero no se quiso evacuar", explicó.

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Muchos autos fueron arrastrados por las corrientes y familias tuvieron que ser evacuadas.

En el marco de la ola de temporales, en las últimas horas el Servicio Meteorológico emitió también una alerta amarilla por tormentas con ráfagas de hasta 90 kilómetros por hora en las provincias de Chaco, Corrientes y Misiones, a la vez que rige una similar por vientos para las costas marítimas de Río Negro y Chubut

otro momento en el que un auto es arrastrado por el agua infrenable (Video: NA).

En el último mes, Bahía Blanca, Buenos Aires, Córdoba, Miramar y Formosa sufrieron hechos similares, provocando graves destrozos y muertes debido a las tormentas de viento, lluvia y granizo, en muchos casos con importante actividad eléctrica.