Una mujer de 71 años murió tras ser atropellada por un automovilista que perdió el control de su vehículo y subió a una vereda en el barrio porteño de Floresta. Según informaron fuentes de la Policía de la Ciudad a El Canciller, el hombre de 60 años, que manejaba un Volkswagen Bora, “habría sufrido una convulsión por diabetes en el momento que realizaba una maniobra para estacionar marcha atrás”.

El hecho ocurrió en la calle Bogotá al 3300 alrededor del mediodía del pasado miércoles, cuando el conductor embistió contra un local de ropa justo en el momento en el que la mujer pasaba por allí. Como consecuencia, la víctima sufrió graves heridas en su pierna derecha y fue derivada por el SAME al Hospital Álvarez, donde finalmente falleció.

IMÁGENES SENSIBLES. El momento en el que el conductor pierde el control del auto y embiste a la mujer (Video: Policía de la Ciudad).

Por su parte, el conductor fue demorado por oficiales de la Policía y puesto a disposición de la Justicia, aunque fue liberado tras consultar con la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Número 22, a cargo de la doctora Mariela De Minicis. Sin embargo, fue inhabilitado para conducir vehículos durante seis meses, además de que deberá comparecer a la sede judicial cada 15 días.

Cerca del lugar del accidente se encontraba personal de la Comisaría Vecinal 10 A de la Policía de la Ciudad, que realizaba una recorrida de “prevención de manteros” en la zona de la avenida Avellaneda, famosa por sus comercios de ropa. Según informó NA, la mujer, oriunda de Santiago del Estero, se dedicaba a vender indumentaria de forma particular.

El dueño del local de ropa, de nombre “Freddy”, detalló a TN que la mujer, que estaba consciente, “quedó atrapada entre el auto y las columnas de la vidriera” y aseguró que “si no estaban se hubiera producido un desastre”. Respecto al conductor del vehículo el comerciante opinó: “No parecía estar descompuesto. Vinieron médicos y no lo atendieron. Sí tenía dificultades en las piernas, le temblaban, parecía tener una discapacidad. Inclusive una chica que parecía pariente se acercó para ayudarlo a caminar”.