La Policía Nacional de Perú confirmó que un turista argentino murió en plena visita a la localidad de Ollantaytambo, un atractivo turístico situado a 32 kilómetros de Machu Picchu. La pobre atención de ese lugar generó polémica porque los servicios médicos tardaron 20 minutos en acudir en su auxilio.

Según fuentes locales, el hombre fue identificado como Carlos Jorge Rubinstein, de 59 años y quien se desplomó en pleno recorrido por ese pueblo.

El episodio ocurrió el pasado martes, pero trascendió en las últimas horas, luego de que se difundieran imágenes de uno de sus compañeros pidiendo "oxígeno", mientras le realizaba maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).

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Uno de los testigos del hecho, que pidió un tanque de oxígeno, detectó que los paramédicos estaban a unos metros del hecho. "No quieren venir los de la posta. Miré, ahorita están ahí en la posta", insistió.

"Tiene pulsación pero se le va ¡Necesito el oxígeno!", exigió otro turista, que había auxiliado al hombre de 59 años, sobre quien no se constató si tenía problemas de salud preexistentes. Además, a pesar de que ya pasaron más de tres días, aún no se definió si el cuerpo de Rubinstein será sometido a una autopsia.

Según comunicó el medio local Latinas Noticias, el personal de auxilios se presentó a la emergencia sin el oxígeno, bajo el pretexto de que "no había insumos" disponibles en el gabinete médico.

La muerte de Rubinstein encendió una vez más la polémica sobre el sistema de postas de salud en Cusco, específicamente en esa zona que está a 2.792 metros por sobre el nivel del mar. El jefe de la policía de Turismo, Hanner Horna, admitió que existe un déficit de "servicios médicos" y destacó que Machu Picchu cuenta con un centro de atención adecuado, que encima "no está terminado en su totalidad", consignó en diálogo con Latinas Noticias.