Un nene de 12 años murió electrocutado en la ciudad de Campana tras recibir una descarga eléctrica al subir al techo de su casa para festejar el gol finalmente anulado que hubiera significado el empate de Boca ante River en el Superclásico.

Según informaron fuentes policiales, el menor accedió a lo más alto de la vivienda ubicada en Viamonte y Cándido Cabrera para celebrar el tanto convertido por Milton Giménez, que terminó sin ser sancionado por una mano detectada por el VAR.

El techo de la propiedad estaba cubierto por una membrana asfáltica, sustancia altamente conductora de la electricidad y, al parecer, había un cable con tensión haciendo contacto con esa superficie, por lo que recibió una descarga que lo desvaneció.

TE PODRÍA INTERESAR: Desesperación por los incendios en Córdoba: avanza el fuego y los vecinos juntan agua mientras evacúan más barrios

Ante el grito del menor, sus padres concurrieron en su auxilio, lo encontraron con las piernas quemadas y no pudieron moverlo porque su cuerpo seguía emitiendo descargas peligrosas.

Al dar aviso de inmediato a la policía, la sargento Melanie Auyero fue la primera en llegar al lugar, donde comenzó a practicarle maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP), mientras se sumaban otros efectivos de la fuerza, bomberos y ambulancias.

En el momento en que la mujer policía deja la posta para que continuara las maniobras de emergencia a uno de los enfermeros, la madre del menor se le acercó y ambas reciben también una descarga eléctrica en medio de la situación de gran riesgo.

Mientras que la mamá del menor pudo ser asistida en el lugar, la integrante de la fuerza de seguridad se desvaneció y fue trasladada en una ambulancia al hospital San José, donde le practicaron maniobras de reanimación que finalmente le salvaron la vida.

En tanto, el menor no corrió la misma suerte y, pese a los esfuerzos que durante 40 minutos realizaron los policías y miembros del servicio de emergencias, falleció en el lugar del accidente. Según describieron los familiares de la víctima, ninguno de los vehículos que acudió en auxilio tenía desfibriladores disponibles, un elemento clave que podría haberle salvado la vida al pequeño de 12 años.