Thelma Fardín y la teoría de la glamorización de Rita Segato
Luego de la denuncia pública y judicial de Thelma Fardín contra Juan Darthés, los medios de comunicación, las redes sociales y las charlas giraron en torno al caso a modo de cadena nacional. Los llamados a la línea 144 se multiplicaron como así también lo hicieron las consultas que recibió La Casa del Encuentro.
El efecto Thelma es avasallante y parece interpelar a la sociedad en su conjunto. Pero, ¿es correcto que estos casos se aborden con estereotipos que se perpetúan como la figura de la víctima, la excepcionalidad de los abusos, la reproducción de los escraches?
En una entrevista con Mariana Carbajal para Página 12, la antropóloga Rita Segato profundizó sobre los peligros de la "glamorización" de la cobertura del caso Thelma. Para ella, se la presenta como una mujer profundamente valiente que se anima a denunciar una violación que la marcó para siempre y automáticamente se la victimiza.
"Se la debe mostrar como una sujeta que está descubriendo su propia capacidad política de modificar una estructura, que es la estructura desigual del patriarcado", advierte Segato. Y aclara que es fundamental el contexto de organización que la acompaña y promueve su denuncia.
En este sentido, la propia Thelma comentó que en las redes sociales algunos comentarios hacían hincapié en que se la veía sonriendo en algunas fotos. Como si la estructura de una persona abusada tuviera que ser la tristeza, para que de esa manera tenga valor su relato. “Nos quieren quitar incluso el poder de ser feliz para darle ese poder al victimario”, manifestó la actriz en una entrevista para Clarín.
El tratamiento mediático del caso permitió que los medios duplicarán su audiencia y aumenten considerablemente el rating con un discurso que ponía el foco mayoritariamente en Darthés. Segato cree que es importante ver a la violencia sexual como un problema político y no moral.
Y frente a esa problemática plantea que el enemigo no es el hombre, sino el orden patriarcal que incluso lo pueden ejercer mujeres. Thelma también se expresó en este sentido y aclaró que, para ella, lo importante es lograr “la revolución de los géneros”.
En esa línea la antropóloga presentó el rol de los hombres dentro del movimiento y los mostró como damnificados por el orden patriarcal que promueve una corporación masculina que es “jerárquica, maligna y cruel”.
El tratamiento mediático del caso permitió que los medios duplicarán su audiencia y aumenten considerablemente el rating con un discurso que ponía el foco mayoritariamente en Darthés.
Es importante destacar que a partir del caso Thelma, muchos de elloscomenzaron a denunciar abusos sexuales. Y que también caen en las redes de la injusticia, como ocurrió en las inferiores de Independiente: de los seis detenidos por abuso sexual a menores, la mitad se encuentra en libertad. Esa corporación es la misma que habilita el silencio de los niños.
Thelma encara la figura que Segato plantea como ideal, una mujer organizada, que entiende la problemática como consecuencia de un sistema machista y que lucha desde el empoderamiento y no de la revictimización.
El linchamiento como forma de denuncia
Segato diferencia el escrache del linchamiento, ya que para ella el primero responde a uno forma de hacer justicia frente a la ineficacia de la Justicia, como ocurrió con los genocidas. El linchamiento por el contrario, significa para Segato una manera de atacar el debido proceso. Y Thelma, en la misma límea, advirtió sobre los peligros de utilizar el escrache como un medio para hacer público una denuncia.