La pandemia colapsó el sistema de salud en distintos países del mundo. Para evitar llegar a ese punto, algunos hospitales del país aplican medidas especiales con el objetivo de cuidar no solo a los pacientes, sino también a sus profesionales. Más allá de los equipos especiales de protección, varios centros médicos establecen "cuarentenas" para que sus médicos y enfermeros no se contagien.

"Esta semana trabajo, pero las próximas dos no. Nos dividimos en grupos para ir rotando", sostiene el médico especialista en ortopedia y traumatología del Hospital Italiano, Danilo Taype. También en el Hospital General de Agudos Carlos G. Durand aplican esa metodología aunque con diferencias. "La rotación depende de cada servicio. Algunos rotan por semana y otros por día", dice el médico residente Pedro Zavalia.

La misma medida tomó el Hospital General de Niños Pedro de Elizalde. La pediatra infectóloga, Ximena Juárez, dice: "Nos vamos turnando dentro del equipo de pediatría. Una semana trabajan algunos médicos y a la siguiente otros".

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En estos últimos días, los hospitales públicos y las clínicas privadas estuvieron en la mira, luego del anuncio de casos de coronavirus positivos entre sus médicos y enfermeros, algunos contagiados dentro de las instituciones y otros afuera.

Las infecciones se dieron entre los profesionales del Sanatorio porteño La Providencia y de los hospitales Garrahan, Zubizarreta, Fernández, Italiano y Ramos Mejía, entre otros. Además hubo casos fuera de la Ciudad, en el Hospital de la Asociación Médica de Bahía Blanca y el Hospital Belgrano de San Martín.

Ante la propagación, el Italiano implementó diariamente un parte entre sus trabajadores en donde consta el número de licencias. Las cuales se dividen por: factor de riesgo, viaje reciente, embarazo, cuidado familiar, contacto estrecho de un caso positivo, caso sospechoso, casos positivo internado en el hospital y en otras instituciones, y también positivos con aislamiento domiciliario y dado de alta.

Áreas especiales

Pese al coronavirus, los centros de salud también siguen recibiendo a pacientes por otras afecciones, por eso separan los casos sospechosos de los demás. "El paciente sin síntomas de COVID-19 está en un circuito totalmente distinto a los sospechosos, no se pueden juntar", sostiene Taype, médico del Italiano.

En el hospital Durand, al recibir a los pacientes en la guardia, le realizan un triage atrás de un vidrio, para dividir entre los casos sospechosos y los otros. Entre las preguntas que un médico, junto a un administrativo, realiza son por qué motivo ingresa, si tuvo contacto con un caso positivo, si tuvo fiebre, diarrea, síntoma respiratorio o tos seca. "En base a las respuestas del paciente se lo envía a la guardia de sospechosos de COVID-19 o al sector al cual vino", agrega Zavalia.

Nueva área en la Unidad Asistencial Milstein exclusiva a los casos COVID-19. Foto: NA.

"En el hospital Elizalde los pacientes con sospecha se están internando en una sala que antes era de clínica general", cuenta Juárez, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica. Sobre los test para detectar el COVID-19 dice: "La prueba PCR está en el día, así que se pueden otorgar altas rápidamente".

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Equipamiento

"Los barbijos quirúrgicos N95 no están ingresando a la Argentina, porque las principales fábricas están en Estados Unidos y Trump no permite la exportación del producto", explica Taype. Y agrega: "Los barbijos y camisoles (sin manchas) se reusan, luego de esterilizarlos, porque la cantidad es limitada y ante la pandemia nos debemos proteger. En situaciones normales no se hace, esto es excepcional".

Frente a la falta de insumos, el gobierno trajo desde China productos esenciales para la lucha contra la pandemia. La compra incluyó desde barbijos quirúrgicos y antiparras, hasta termómetros digitales, trajes de bioseguridad y kits de detección temprana de coronavirus.

Los barbijos N95 no ingresan al país.

El médico cuenta con un N95 que el hospital Italiano le dio, y al momento de operar utiliza pantallas, el camisolín y guantes. "Estoy expuesto por las cirugías, pero estoy muy conforme con la institución, no solo por la entrega del equipo sino también porque hacen videos para enseñarnos y darnos información", expresa el traumatólogo.

Algunas de las grabaciones abordan cómo se deben vestir los profesionales y también cómo sacarse el equipo: "El mayor riesgo que se corre por el COVID-19 es cuando uno se saca la ropa", aclara el especialista.

En caso de enfrentarse a un paciente "limpio" (no sospechoso), Zavalia lo atiende con barbijo quirúrgico, mientras que al caso sospechoso se lo atiende con barbijo, camisolín y antiparras.

Cámaras térmicas

El Hospital Zonal General de Agudos Dr. Lucio Meléndez, en Almirante Brown, es el primer hospital público en tener cámaras térmicas. Al ingresar a la institución de salud por el acceso principal, las cámaras detectan a las personas que tienen temperatura superior a 37°.

La posta de control de la cámara térmica.

En los casos de más de 37°, el equipo emite una alerta al personal del centro de salud para poner en funcionamiento un protocolo de aislamiento. Las cámaras tienen un margen de error de medición de la temperatura de 0,3°.

El equipamiento se ubica en el área de ingreso al hospital dado que une la guardia de maternidad, neonatología, obstetricia, pediatría y la sala de terapia intensiva pediátrica.