Luego de dos semanas marcadas por el intenso calor a lo largo y a lo ancho del país, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió alertas por tormentas fuertes para este martes en algunas zonas de la Argentina, las que podrían incluir caída de granizo y ráfagas de viento. Las temperaturas oscilarán por encima de los 30 grados, aunque la llegada de la lluvia provocará su descenso. 

Para la costa y la zona oeste de la provincia de Buenos Aires la autoridad emitió una advertencia amarilla por tormentas, al igual que en La Pampa, el sureste de Mendoza, el sur de Córdoba, todo Catamarca (menos el sur), el noroeste de Tucumán y la zona de la cordillera en Salta y Jujuy. 

De acuerdo con el reporte, en las zonas de Buenos Aires, Córdoba y La Pampa, "el área será afectada por tormentas, algunas localmente fuertes. Las mismas podrán estar acompañadas por abundante caída de agua en cortos períodos, fuerte actividad eléctrica, ocasional caída de granizo y ráfagas intensas". Para estas regiones se estiman valores de precipitación acumulada entre 15 y 40 mm, pudiendo ser superados en forma puntual, mientras que en el resto el panorama es similar, sumando vientos "de hasta 70 km/h".

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Distinto es el panorama en la ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense, donde se espera una jornada con el cielo parcialmente a mayormente nublado, probables lluvias aisladas por la tarde, vientos del sector noreste rotando al este, y una temperatura que tendrá una mínima de 26° y máxima de 34°, de acuerdo a lo reportado por el SMN.

Para el miércoles, por otra parte, el organismo prevé una jornada con viento del sector noreste rotando al este, y luego al sudeste, y una amplitud términa que se ubicará entre los 27° y los 37°. 

En tanto, el jueves está pronosticado cielo nublado, chaparrones durante la madrugada y la mañana, tormentas aisladas el resto del día, viento del sector noreste rotando al este, y temperaturas comenzando a bajar que irán de los 26° hasta los 33°.

Frente a las temperaturas extremas, el ministerio de Salud recomendó aumentar el consumo de agua -sin esperar a tener sed- para mantener una hidratación adecuada; no exponerse al sol en exceso; prestar atención a los bebés, a los niños y a las personas mayores; y evitar las bebidas con cafeína, con alcohol o muy azucaradas.

Además, es preferible no consumir comidas muy abundantes, y sí optar por verduras y frutas. También se aconseja reducir la actividad física, usar ropa ligera, holgada y de colores claros; permanecer en espacios ventilados o acondicionados y recordar que no existe un tratamiento farmacológico contra el golpe de calor, sólo los métodos clásicos pueden prevenirlo y contrarrestarlo.