Si bien debieron hacer modificaciones y concesiones entre las fuerzas, la oposición logró dar media sanción al proyecto "anti tarifado” que busca retrotraer los aumentos de tarifas. La iniciativa consiguió 133 votos a favor, 94 en contra y 3 abstenciones -del grupo de Martín Lousteau-. El oficialismo confía en que, siguiendo los intereses de los gobernadores, el Senado le baje el pulgar. Si supera las dos instancias, el Presidente usará el poder de veto.

La letra chica del proyecto busca llevar las tarifas a los valores de noviembre de 2017. Desde ese punto, la iniciativa determina que los próximos aumentos vayan alineados a la inflación. El oficialismo acusa demagogia y populismo de parte de los Diputados ante un estado que necesita recortar.

El veto presidencial apuntará a continuar con la reducción del déficit fiscal y a mostrar que está dispuesto a hacer "lo que hay que hacer” en la Argentina para conseguir el financiamiento externo, que pide recortes en el gasto. Con la imagen política de Macri tocando su fondo histórico, el oficialismo espera que los gobernadores, quienes salen perjudicados por la medida ya que la reducción golpea directamente en las cajas provinciales, ponga la espalda por el Presidente.

Durante la sesión oraron más de 40 personas. Mientras que el oficialismo hacía hincapié en la herencia recibida por los abusos populistas, la oposición arguyó que, tras dos años y medio de mandato, las cosas se hicieron tan mal que volvieron a pedirle auxilio al Fondo. La vuelta al FMI estuvo en carteles en los asientos de casi todos los miembros de la oposición.

La iniciativa será tratada en el Senado en dos o tres semanas. La iniciativa será girada a las Comisiones de Derechos y Garantías y de Presupuesto y Hacienda del Senado, ambas presididas por integrantes del interbloque oficialista Cambiemos.

La votación se dio luego de aprobarse la ley de Financiamiento Productivo y de Defensa a la Competencia -es decir, Mercado de Capitales-, una propuesta muy reclamada por el gobierno de Mauricio Macri. La iniciativa consiguió 158 a favor y 70 en contra del Frente para la Victoria y de los dos bloques de izquierda.