Lo que fue una promesa de campaña durante el 2019 se materializó con la creación del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación; y el de de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual en la Provincia de Buenos Aires. Ambos están encabezados por feministas con trayectorias amplias de militancia: en el caso de Nación, la abogada Elizabeth Gómez Alcorta en el ámbito de los derechos humanos y en Provincia, Estela Díaz como Secretaria de Género de la CTA.

“Ambos ministerios se conquistaron en las calles. Tenemos la responsabilidad y el hermoso desafío de ser las primeras en llegar a este espacio institucional, que es una conquista de las luchas colectivas feministas, de las mujeres y las diversidades”, señaló Gómez Alcorta en la asunción de su gabinete el miércoles.

Con la voluntad de transversalizar la agenda de géneros en toda la gestión y contener las demandas que se sostuvieron históricamente en las calles, ambas ministras y sus equipos presentaron un mapa de lo que serán sus prioridades y pasos durante el primer tramo de la gestión. 

Los ejes

Como señala Paloma Dulbecco, militante y politóloga, “tener rango ministerial significa tener por un lado presupuesto propio y autónomo, pero también tener presencia en la mesa de gabinete”. La propuesta del Ministerio de la Nación está dividida en tres partes: la Secretaría de Políticas de Igualdad y Diversidad, la Secretaría de Políticas Contra la Violencia por Razones de Género y la Subsecretaría de Formación, Investigación y Políticas Culturales para la Igualdad. Estas temáticas estarán transversalizadas en diálogo con otros ministerios y organismos. Como señala Dulbecco, “resulta muy auspicioso y una muy buena señal que a nivel nacional la ministra ya se haya reunido con muchas de las personas que están al frente de los ministerios claves para el trabajo conjunto; como son salud, educación, economía, cultura y trabajo”.

En el caso de Provincia de Buenos Aires, la economista y periodista Natalí Risso afirma que los desafíos en términos de política, economía y género son muy similares a los planteados por Nación. “La Provincia es muy representativa de lo que pasa en todo el país, ya que constituye el 40% del PBI nacional”, explica. Como ilustró Estela Díaz, los lineamientos de su gestión serán tres: una política contra las violencias pensada de forma integral, la articulación transversal de las políticas de género y un área de diversidad sexual

Diversidad

Entre las personas que asumieron sus cargos en el ministerio se encuentra Alba Rueda, quien será la primera persona trans en encabezar una subsecretaría. El miércoles juró por “por una patria transfeminista, por Lohana Berkins, por Diana Sacayán, por la memoria de todas nuestras compañeras”, recordando las trayectorias y genealogías de las luchas travestis y trans. 

La llegada de una militante trans a un cargo de esta jerarquía en el Ejecutivo garantiza también la implementación de políticas orientadas a las diversidades, que conforman parte de las comunidades más afectadas por la crisis económica. En ese sentido, Gómez Alcorta afirmó que en su ministerio habrá cupo trans y que trabajarán para que se cumpla en todos los ministerios a nivel nacional. 

En la Provincia, Daniela Castro asumirá el área de Diversidad Sexual. Ella fue la primera mujer trans en obtener un DNI acorde a su identidad de género en 2011 y luego tuvo una trayectoria por la política en derechos humanos y de diversidades. ““El foco estará en la generación de derechos y en darle prioridad a las organizaciones sociales. En hacer que todas las personas que son menos escuchadas tengan alguien que las escuche”, aseguró respecto a su designación. 

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Desafíos económicos

A la llegada de ambas ministras se sumó esta semana la noticia de que Mercedes D’Alessandro, co-fundadora de Economía Feminista, ocupará el cargo en la Dirección de Economía y Género dentro del ministerio encabezado por Martín Guzmán. La economista trabajó a lo largo de los últimos años en el desarrollo de una agenda feminista dentro de las discusiones económicas: el reconocimiento de la brecha salarial de género, las tareas de cuidado, la consideración de los gastos de las mujeres en su higiene personal y la lucha por la legalización del aborto, entre otros. Su llegada al ministerio augura un paso más en aquellas batallas y su conversión a políticas públicas desde el Estado. 

Ampliar contenido

Candelaria Botto, economista integrante de Economía Feminista y docente, señala que “tanto la creación de la Dirección como el ministerio a nivel nacional no tienen precedentes en la región: es un logro que tenemos que celebrar. Pero se enfrentan a una coyuntura muy problemática con niveles de pobreza y desempleo. La pobreza en Argentina tiene cara de mujer: 7 de cada 10 personas pobres son mujeres”. Es por esto que desde su perspectiva y la de la organización, “la dirección tiene que trabajar con el INDEC para hacer una análisis de situación de esta desigualdad de género, como por ejemplo con el colectivo travesti-trans. También creemos que un Sistema Integral de Cuidados tiene que ser una de las líneas a implementar y desarrollar. El Estado tiene que hacerse cargo de las tareas de cuidado y de repensar el cuidado como un derecho de las personas”, concluye.