La amenaza de un paro de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires quedó momentáneamente desactivada, luego de que, tras más de tres horas de reunión, la secretaría de Trabajo intercediera entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y las cámaras empresarias, logrando pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles. 

A lo largo de este lunes, el servicio funcionó con normalidad, pero se temía que después de las 18 comenzaran las medidas de fuerza, ya que no se depositaron los salarios de los trabajadores con el aumento exigido. 

El sindicato conducido por Roberto Fernández, en un comunicado publicado el jueves pasado, había dejado entrever la posibilidad de convocar a un paro "ante las manifestaciones vertidas por los representantes del sector empresario que indican el no cumplimiento del acta acuerdo firmado por las partes con fecha 2 de febrero y que fuera homologada el 19 de ese mes, alegando no contar con fondos suficientes para ello por decisiones técnicas de la Secretaría de Transporte".

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"La UTA se declara en estado de alerta, advirtiendo a la población que, de verificarse dicho incumplimiento a partir del próximo lunes 8 del corriente, se verá afectada la normal prestación del servicio público en el área del AMBA", habían especificado. 

Sin embargo, la secretaría de Trabajo consiguió una tregua y continuarán las negociaciones a partir del miércoles al mediodía.

El gremio y las cámaras empresarias habían acordado una paritaria con un incremento promedio del 17,2% para enero y febrero, y una suma fija de $390.000 dividida en dos cuotas, para que de esta forma, el sueldo básico alcanzara los $1.088.160.

En declaraciones con TN, el vicepresidente de Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), Luciano Fusaro, aseguró que a pesar del aumento de tarifas que aplicó el Gobierno en febrero, "las empresas reciben cada vez menos dinero". A su vez, afirmó que existe una deuda de $10.000 millones con respecto a los subsidios.