Santiago Molina, un joven cordobés de 28 años que había contraído viruela del mono en México, falleció en las últimas horas en el país norteamericano. Ante la triste noticia, su familia señaló que traerán sus cenizas a la Argentina luego de una misa y ceremonia de cremación, debido a que el costo de repatriar el cuerpo es muy elevado. 

Sus seres queridos confirmaron la triste noticia a través de sus redes sociales y explicaron que, después de estar un mes y medio internado en estado grave, presentó fallas multiorgánicas, sufrió un paro cardiorrespiratorio y no puso ser estabilizado en el hospital de Playa del Carmen en el que estaba siendo asistido.

"A todos los amigos y conocidos de Santy, queremos comunicar que ha fallecido lamentablemente. Siempre estará en nuestro corazón", publicó su mamá, Claudia Follin, en Facebook.

Por otra parte, Eugenia, su tía, había indicado que la salud del joven se había debilitado luego de padecer complicaciones en varios órganos del cuerpo como consecuencia del virus: "Se broncoaspiró, colapsó uno de sus pulmones y fue a terapia con intubación". 

En medio del dolor, hicieron saber que harán una misa para despedir los restos del joven en territorio mexicano, que lo cremarán allí y que luego traerán sus cenizas al país debido al excesivo valor de una repatriación del cuerpo. 

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Luego de contraer la enfermedad, Molina estuvo internado en un hospital de Playa de Carmen, la ciudad en la que vivía hacía un año. 

En el último tiempo, su familia había deslizado la posibilidad de que Santiago se pudo haber contagiado a través de fluidos porque compartió el vaso con un paciente positivo de viruela del mono, ya que horas después de ello había comenzado a sufrir síntomas compatibles con la enfermedad. 

La salud de Molina, quien era considerado "paciente de riesgo" por ser portador del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), se había deteriorado mucho en los últimos 20 días. 

"Se complicó su sistema respiratorio, su parte pélvica, genital y otras zonas más", había contado su madre, hace unas semanas. En aquel momento, le habían colocado una vía "pulmonar para drenar el líquido y sondas pélvicas para detener la infección".