Tras la explosión en la Escuela 49 Nicolás Avellaneda del partido bonaerense de Moreno, los acusados fueron condenados a prisión. Producto de aquel suceso del 2 de agosto de 2018, murieron la vicedirectora, Sandra Calamano, y el portero auxiliar, Rubén Rodríguez.

En consecuencia, el gasista Cristian Ricobene recibió una condena de cinco años de cárcel por el delito de “homicidio culposo, agravado en curso real con defraudación en perjuicio de la administración pública” y una inhabilitación de diez años.

En la misma línea, Jorge Galian -responsable de infraestructura-, Sebastián Nasif y Mónica Berzoni -interventor y presidenta del Consejo Escolar- fueron sentenciados a dos años. Además, a los miembros mencionados del Consejo se les dictó la inhabilitación para desempeñar cargos estatales hasta 2027, por “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

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Así, tras la declaración de más de 30 testigos, las penas del juicio iniciado el pasado 28 de agosto fueron dictadas por el Tribunal en lo Criminal N°4 de Mercedes, conformado por los jueces Patricia Viviana Guerrieri, Claudia Esquivel y Fabián Fernando Brahim.

El hecho se produjo 20 minutos antes del horario de ingreso de los alumnos de la escuela, ubicada en Davaine y Félix Roldán.

Según la fiscal Gabriela Urrutia, el gasista Ricobene se había presentado en el colegio un día antes, cuando Calamano le habría indicado una supuesta fuga de gas en el calefactor, que ocasionó la explosión. Ambas victimas estaban en la cocina.

Además, el imputado tenía su matrícula vencida desde 2015 y, por ende, sólo estaba autorizado a realizar inspecciones en domicilios particulares.