Mientras los rescatistas no cesan en sus trabajos para hallar a las seis personas que permanecen debajo de los escombros del Apart Hotel Dubrovnik de Villa Gesell, cuya parte trasera se derrumbó en la madrugada del martes pasado, el capataz que llevaba adelante unas obras no habilitadas en el edificio declaró este jueves ante la fiscal Verónica Zamboni y complicó al dueño del establecimiento.

"Fui notificado de la paralización de la obra en agosto. Le avisé al dueño y al arquitecto, pero me dijeron que siguiera hasta que viniera una orden de arriba", destacó Sergio Paco Laura, de 33 años y uno de los cuatro detenidos que tiene la causa.

El hombre también precisó que de junio a septiembre realizaron cambios de ventanas y puertas, además de pintar las habitaciones del primero al sexto piso. "No tocamos nada. El dueño se llama Antonio, venía una vez por semana y después una arquitecta, María Paula, que lo hacía de vez en cuando porque estaba de vacaciones", aclaró.

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Además de Paco Laura, están detenidos su papá, Celso Paco Pérez, de 66 años y nacionalidad boliviana; Miguel Choque Juchani, oriundo de Ostende; y el tucumano Diego González.

"Nosotros nunca tocamos una viga ni una columna. Solo colocábamos los premarcos, nos hicieron cambiar puertas de lugar en el baño del departamento dos. Lo último que estábamos haciendo era pintar todos los departamentos, del uno al seis. No teníamos nada que ver con la obra del ascensor", sostuvo, a su vez, Paco Pérez.

El boliviano comentó que pensó que los balcones "se podían caer" y que en algunas partes "había rajaduras", como también problemas en los revoques. "Los pintores lo tapaban con masilla", explicó.

"Para mí el edificio trabajó de abajo. Las nuevas aberturas de aluminio eran muy pesadas y capaz eso lo afectó", declaró. "Nosotros no somos culpables, siempre trabajamos bajo las órdenes del arquitecto y la arquitecta", remarcó Paco Pérez, quien fue el encargado de firmar el acta de la municipalidad que exigía el cese de la obra.

Además, otro de los detenidos cuya identidad no precisaron la fuentes judiciales contó cómo fue el dramático momento en el que se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo mientras dormían en una de las habitaciones del subsuelo. 

"Yo estaba durmiendo y me despertó uno de mis compañeros. Apenas me levanté, escuché temblores. Pensé que algo se venía hacía abajo, pensé que no me salvaba. Atiné a tirarme abajo de la cama, a ponerme las zapatillas en un instante y salir corriendo del lugar. Nunca rompimos una estructura ni la base. No sé como pudo ocurrir esta desgracia", recordó.

Hasta el momento fueron hallados dos víctimas fatales, María Rosa Stefanic, exdueña del edificio, y Federico Ciocchini, un jubilado de 84 años dueño de un departamento lindero sobre el que se precipitó la torre de 10 pisos del hotel. 

La única persona rescatada con vida hasta el momento es la esposa de este hombre, María Josefa Bonazza, quien permanece internada en un hospital de Mar del Plata.