El coronavirus todavía tiene varios interrogantes. Entre ellos, el origen de la transmisión, por qué hubo una propagación tan rápida en el mundo y hasta la posibilidad (o no) de una vacuna para hacerle frente. Pero hay otros protagonistas centrales de la pandemia de quienes aún persisten dudas: los asintomáticos, aquellos pacientes que no manifiestan fiebre, ni otras características de la enfermedad, pero que dan positivo en los testeos.

Hay cifras que asombran. La agencia Bloomberg publicó un informe oficial del gobierno chino del que se desprende que un gran porcentaje de los infectados no evidenciaron síntomas del virus. De acuerdo a las cifras oficiales, se registró un universo de 6.764 personas con COVID-19 que no tuvieron ni fiebre, ni tos, ni otra dificultad respiratoria. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dejó sembrar la sospecha de que, en realidad, hubo más casos no registrados en el país asiático.

En Argentina los controles también detectaron esta particularidad de pacientes sin síntomas, aunque en menor medida. Desde la Ciudad de Buenos Aires confirmaron a El Canciller que un 4% de los arribados del exterior tenían el virus, pero lo llamativo es que dos de cada tres no presentaban síntomas.

"Hay que actuar como si todos tuviéramos la enfermedad", fue el consejo del ministro de Salud porteño, Fernán Quirós. 

Las dudas, entonces, son múltiples: ¿por qué algunos pacientes no presentan síntomas? ¿Cuál es la evidencia científica de que los asintomáticos puedan transmitir el virus?, y ¿cómo se hace para detectar si no se definen como casos sospechosos?

Para responder a todas estas consultas, El Canciller se comunicó con una de las voces más autorizadas de la temática, Omar Sued. El epidemiólogo, presidente de la  Sociedad Argentina de Infectología, integra el equipo de expertos que asesora a Alberto Fernández.

"El porcentaje de asintomáticos puede llegar a ser hasta del 17%"

-¿Quiénes son los pacientes asintomáticos? 

- La definición es sencilla: son aquellos que no tienen síntomas y pasan toda la infección de ese modo. Ahora bien, pueden diferenciarse en pacientes oligosintomáticos, que si bien esa persona no se da cuenta, tuvo leves indicios, por ejemplo, un resfrío; de aquellos presintomáticos, que son aquellos que no tenían síntomas al momento de hacer los análisis, pero en un futuro empiezan a detectarlos; y de los propios asintomáticos reales que no se van a dar cuenta durante toda la enfermedad y sólo se dan cuenta por un análisis de sangre que detecta los anticuerpos.

-¿Existe algún porcentaje certero de cuántas personas con coronavirus son asintomáticos?

- La frecuencia no se conoce con exactitud en el mundo. Lo crítico es conocer la frecuencia de los asintomáticos para saber si realmente hay un impacto en la transmisión de la enfermedad. En un crucero cuando se hicieron los exámenes del COVID-19, la mitad de los que dieron positivos no tenían síntomas, pero durante los siguientes días mucha de esa empezó a registrar los indicios de esa enfermedad. Es decir, había un porcentaje grande de presintomáticos. Se calcula que el porcentaje de asintomáticos puede llegar a ser hasta del 17%.

-¿En nuestro país hay algún dato específico?

- En la Ciudad de Buenos Aires se supo, por ejemplo, que el 3% de los arribados del extranjero tenía coronavirus sin registrar ningún síntoma. Sin embargo, no se sabe si ese porcentaje en algún momento registrará síntomas porque ya fueron llevados al hospital y quedaron en observación.

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La pregunta del millón

Ante estos portadores de COVID-19 que no son percibidos, los gobiernos decidieron ejecutar medidas de control para evitar la transmisión, aún sin la certeza de que estos pacientes puedan contagiar. Además de mantener el distanciamiento (de dos metros) casi todas las provincias dispusieron el uso obligatorio de barbijos caseros o tapabocas.

-La pregunta del millón es, justamente, si los asintomáticos pueden contagiar el coronavirus.

Es probable que contagien, no lo sabemos. En la literatura pareciera que los asintomáticos tienen mucha menos cantidad de virus, lo que se conoce como carga viral y su impacto en otras personas no se conoce verdaderamente. Por caso, hay cinco casos reportados en la literatura que contagiaron a familiares de ellos y nunca registraron síntomas. Lo que sí se sabe es que los que tienen son los que tienen síntomas más graves, sobre todo, registran fiebre y esa gente tiene el virus por más tiempo, en vez de cuatro o cinco días, podría tener el virus hasta 20 días.  Los jóvenes son los que tienen mayor posibilidad de ser asintomáticos, porque su sistema inmune es fuerte y reaccionan antes que el virus presente alguna complicación.

-¿La implementación de los barbijos se entiende bajo esta lógica?

- Sí. Por ejemplo, desde la Sociedad de Infectología éramos más conservadores, en el sentido que no nos parecía un beneficio tan grande, porque se trataría de una parte minoritaria, solo el 10 % de los contagiados. En cambio el riesgo de tener barbijo era que la gente se relaje un poco con las medidas de aislamiento, salir más, juntarse más. Pero también hay decisiones políticas. Si un distrito dice que es obligatorio, ya está, no hay discusión.

-¿Cambia algo en la lógica de control de la epidemia este porcentaje de asintomáticos?

- De lo que se conoce hay que destacar que en China se suspendió la transmisión con una cuarentena de 14 semanas, sí, pero lo lograron sólo enfocándose en los sintomáticos. El balance que queda es que si vos te enfocás en controlar los sintomáticos, colocarlos en cuarentena es probable que puedas controlar la epidemia, incluso cuando se te pase algún asintomático.

"Es probable que los asintomátigos contagien, pero no lo sabemos".
"Es probable que los asintomátigos contagien, pero no lo sabemos".

Testeos

Una de las últimas cuestiones que Sued pone en la mesa sobre los pacientes asintomáticos es la posibilidad de detectarlos. Es que el testeo de coronavirus se realiza a los "casos sospechosos", es decir, aquellos que presentan 37,5 de fiebre y alguna dificultad respiratoria. Los asintomáticos, tal como su nombre lo indica, jamás se reconocerán así.

"Nunca vamos a detectar los asintomáticos, porque la estrategia acá es identificar a los potenciales transmisores. Sin embargo cambiamos la definición de caso sospechoso para ampliar y no ser tan exigente con los síntomas, bajar el umbral de fiebre", explica el asesor del gobierno nacional y agrega que "no es como en el HIV, que es una prueba barata y vos podés controlar a toda una población, donde los asintomáticos son la mayoría". "Con el coronavirus pasa todo lo contrario: la prueba es muy cara y los asintomáticos son la minoría", indicó.

"Pero sí estamos debatiendo que en algunas poblaciones o distritos se puedan hacer testeos más grandes, a los trabajadores de salud o los contactos muy cercanos de gente contagiada, sobre todo en casos riesgosos, como por ejemplo en los geriátricos: si se empiezan a detectar casos, las pruebas van a hacerse a todos, aún cuando algunos no presenten síntomas", completó el infectólogo.

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La llegada del invierno

-Y cuando llegue el invierno, ¿se va a poder distinguir entre aquellos con coronavirus y quienes tengan un estado gripal?

- Son síntomas parecidos. Con la llegada del invierno, el problema será que vamos a gastar muchas pruebas y recursos sanitarios, porque se van a hacer muchas pruebas a gente que no tendrá el virus. En el mejor de los casos, se va a hacer la prueba a todas esas personas y si la situación se desborda, sí o sí tendrán que ser testeadas todas  las personas mayores de 60 años. El resto de las personas tendrá que esperar al menos una semana y después hacerle el análisis de sangre.