El Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad implicó un avance en el país, pero a su vez es el resultado de una urgencia: en Argentina hay un femicidio cada 29 horas en lo que va del año mientras que, como agravante, la violencia de género se recrudece en tiempos de pandemia y aislamiento social obligatorio porque la mayoría de los agresores conviven con las víctimas, que muchas veces carecen de alternativas de acceso a la vivienda o a un sustento económico.

Ante un panorama cuesta arriba, ¿cómo encarar una situación que es, por un lado, estructural, pero que al mismo tiempo se refuerza con una coyuntura sumamente compleja?

En julio, el Ministerio encabezado por la abogada Elizabeth Gómez Alcorta presentó su Plan Nacional de Acción contra la Violencia de Género para abordar una agenda de avanzada en materia de géneros y diversidades. ¿En qué punto se encuentra su aplicación y qué correlato tiene en la realidad concreta de las víctimas?

Los programas que entraron en vigencia (los primeros siete a través de la publicación en el Boletín Oficial) son:
1. Programa Generar

Su objetivo es fortalecer la institucionalidad de género y diversidad a nivel provincial y municipal, que se creen áreas de género en todo el país, como ya ocurrió en la Provincia de Buenos Aires. Además, se busca fortalecer las áreas ya existentes, mediante su jerarquización y consolidación institucional en todos los niveles del Estado. La propuesta busca articular un abordaje federal de la problemática que encuentra expresiones diversas a lo largo y ancho del territorio nacional.

2. Programa Articular

Un enlace fundamental en los barrios vulnerables para atender la violencia machista es el trabajo que realizan las organizaciones sociales en los ámbitos comunitarios y, por tanto, la necesidad de articular políticas públicas. La cartera financiará proyectos vinculados a violencias, cuidados y diversidad, que constituyen tres ejes de prioritarios en los sectores populares.

El organismo elegirá proyectos a cuales financiará con $300.000. La duración mínima es de cuatro meses hasta un máximo de ocho meses, desde la recepción de los fondos.

3. Apoyo Urgente y Asistencia Integral Inmediata ante casos de Femicidio, Travesticidio y Transfemicidio

En muchos casos, las mujeres o disidencias en situación de violencia machista carecen de sus propios medios económicos para subsistir. Una de las propuestas del Ministerio es poder asistir de manera integral a los familiares de las víctimas de estas violencias a través de una prestación económica, asesoramiento psicológico y legal.

El programa establece una ayuda económica de $20.000 para cubrir gastos de movilidad, traslados, alojamiento, alimentación, médicos, de sepelio, fotocopias de documentación y trámites u otros gastos vinculados con el fallecimiento. También contempla asistencia psicológica para el grupo familiar y allegados, y asesoramiento jurídico.

4. Fortalecimiento para Dispositivos de Protección Integral de personas en contexto de violencia por motivos de género

Nuevamente, la problemática de qué actores y en qué lugares son quiénes pueden articular las respuestas a las situaciones de violencia machista, otra de las medidas es el financiamiento de obras de refacción, ampliación y equipamiento, a los Dispositivos Territoriales de Protección Integral (Hogares, Refugios, Casas de Medio Camino), provinciales o municipales. En la mayoría de las provincias y municipios este tipo de lugares son escasos y prácticamente no cuenta con financiamiento.

5. Potenciar Trabajo

La transversalidad en el abordaje a la lucha contra la violencia machista es un aspecto evidente en tanto se entrecruzan problemáticas que abordan distintos niveles y cuestiones. Como parte de aspirar a un enfoque integral, Gómez Alcorta y el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, formalizaron la firma del convenio para incluir en el programa "Potenciar Trabajo" a personas en situación de violencia por motivos de género. Además, desde el Ministerio de las Mujeres asumieron el compromiso de seguir los casos para facilitar la seguridad y el acceso a oportunidades a las mujeres y personas LGBTI+ que ingresen al plan.

6. Modernización, optimización y difusión de la linea 144

Pese a que existen distintas medidas para pedir asistencia y denunciar este tipo de casos, los hechos violentos continúan. Esto condujo a que organizaciones feministas de Latinoamérica lancen stickers para pedir ayuda, en el WhatsApp ante la violencia machista.

El Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo nacional registró del 20 de marzo al 31 de julio de este año 98 femicidios, a diferencia del mismo período del 2019 que habían sido menos: 85. También confirmó que los primeros siete meses del 2020 fueron más femicidios (168) que el año pasado (155).

Uno de los stickers contra la violencia de género.
Uno de los stickers contra la violencia de género.
7. Escuelas Populares de Género y Diversidad

Este programa se relanzó con le objetivo de fomentar la reflexión sobre las prácticas cotidianas para desnaturalizar la jerarquización existente de los géneros y los patrones de desigualdad que promueven las violencias.

A través del trabajo articulado con organizaciones sociales, cooperativas, instituciones educativas y sindicatos, las Escuelas Populares impulsarán instancias de formación en las que las personas que participan puedan reconocer y ejercer sus derechos, identificar las desigualdades entre los géneros y construir estrategias de cambio de esas prácticas a nivel personal y comunitario.

8. Unidad Ejecutora del Programa Interministerial de Abordaje Integral de las Violencias por Razones Extremas

Además, el 14 de agosto, Gómez Alcorta y las ministras Marcela Losardo y Sabina Frederic pusieron en funcionamiento la unidad. Desde el 2019 existe el Plan Nacional de Seguridad para la Reducción de Femicidios, aunque el nuevo programa se propone dejar atrás el paradigma securitario.

9. Promotoras y promotores territoriales de género y diversidad

A fines de julio, el Ministerio de Mujeres empezó los Encuentros Regionales en todo el país para armar las redes de promotoras y promotores territoriales de género y diversidad.

La iniciativa busca coordinar acciones con las personas, que en los lugares donde viven o trabajan, promueven los derechos y autonomía de las mujeres y personas LGBTI+. Más de 19.000 personas se inscribieron en el Registro Nacional "Tejiendo Matria", para acompañar y asistir a nivel comunitario a quienes atraviesan situaciones de violencia y desigualdad por motivos de género.

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El punto de partida

El Observatorio "Ahora que sí nos ven" registró 199 femicidios del 1° de enero al 31 de agosto de este año. Esta cifra representa un femicidio cada 29 horas.

Al menos 178 niños perdieron a sus madres en manos de femicidas.

Solo durante agosto se perpetraron 19 femicidios y 118 durante la cuarentena, es decir desde el 20 de marzo al 31 de agosto. La mayor cantidad de femicidios (66%) fue cometido por parejas o ex parejas de las víctimas y la misma cifra (66%) corresponde a los femicidios cometidos en la vivienda de la víctima.

Las cifras que duelen de la Defensoría y el Ministerio de Justicia

En la mayoría de los casos, las víctimas mantienen una relación con el victimario (66% eran pareja) y el 32% lo había sido. En un 35% de los casos, las víctimas y los agresores eran conocidos.

Otro parámetro que se repite como en el resto de los informes sobre femicidios es que la mayor cantidad de ellos son cometidos en los hogares de las víctimas o en un entorno familiar (73%). La tendencia se mantiene con respecto a períodos anteriores, siempre el hogar de la víctima es el lugar más peligroso.

De las 168 víctimas de femicidio, 11 mujeres fueron violadas y tres de ellas fueron violadas hasta morir.

A su vez, 17 víctimas eran menores de 18 años, de las cuales 11 tenían menos de 10 años. También hubo víctimas colaterales: 136 niños quedaron sin madre.

Las denuncias por violencia familiar y sexual se incrementaron el 20% durante la cuarentena, según los registros del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Los datos se recopilaron en base a los llamados a la línea 137 y del WhatsApp 11 3133-1000.

La cantidad de chicos que sufrieron estos tipos de violencias aumentaron un 23%, también se incrementó en un 28% la violencia familiar y en un 13% la violencia sexual.

Además, los menores de edad fueron violentados en el ámbito digital (a través de delitos como el grooming y el uso de imágenes en pornografía): la violencia escaló un 267%. 

Violencia en las relaciones de pareja

La Oficina de Violencia Doméstica (OVD), dependiente de la Corte Suprema, elaboró un informe especial sobre mujeres de más de 14 años que tenían o tuvieron un vínculo de pareja con su agresor. El mismo reveló que el tiempo promedio de maltrato casi alcanzaba los seis años.

Los datos surgen de 16.800 mujeres afectadas que fueron a la oficina en 2018, 2019 y el primer semestre de 2020. Seis de cada diez afectadas tenían entre 22 y 39 años.

Los denunciados eran exparejas (63%) y siete de cada diez no vivía con el agresor. Solo el 20% eran convivientes, el 14% cónyuges y el 3% novios.

Asimismo, el informe registró que cinco de cada diez mujeres fueron víctimas de violencia durante más de tres años. Mientras que el tiempo máximo de maltrato informado, entre las mujeres que denunciaron por primera vez, fue de 62 años.

Las denunciantes padecieron distintos tipos de violencia: psicológica (99%), simbólica (82%), física (64%), económica (40%), ambiental (38%), social (23%) y sexual (12%).

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Los golpes, el apuñalamiento y el uso de armas de fuego fueron los métodos más empleados para cometer los femicidios, según la Defensoría.

Organizaciones se movilizan a la Plaza de Mayo contra de los femicidos. FOTO: NA/ DANIEL VIDES.
Organizaciones se movilizan a la Plaza de Mayo contra de los femicidos. FOTO: NA/ DANIEL VIDES.

Solo el 17,3% de las víctimas había hecho una denuncia por violencia de género. En cambio, las denuncias llegaron al 21,6 % en 2018 y a 22,6% en 2019.