6.500 hectáreas arrasadas, dos focos activos y la interminable sequía: crece la preocupación por los incendios forestales en Río Negro
El fuego ya afectó a la provincia rionegrina el año pasado. Las pocas precipitaciones y los fuertes vientos complejizan la situación.
Río Negro continúa con dos focos activos de incendios en Bariloche (otro ya se controló) y General Conesa, comunicó el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF). La zona más afectada es el paraje Cuesta del Ternero, cerca de El Bolsón, donde medios locales informaron que las llamas consumieron 6.500 hectáreas.
El incendio se originó el pasado domingo a 15 kilómetros de El Bolsón, en donde el viento hizo que las llamas avancen hacia Chubut. El segundo jefe del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF) de Río Negro, Nicolás D´Agostino, sostuvo que "es el incendio más grande de la región".
"Estamos enviando aviones hidrantes a Río Negro para frenar los focos", explicó, en diálogo con El Canciller, el viceministro de Ambiente de la Nación, Sergio Federovisky. El último reporte del SNMF indicó que la provincia solicitó ayuda, por eso, hay despliegue de brigadistas y dos helicópteros.
Hasta el momento no se sabe cómo se produjeron los incendios. Sobre la posible apertura de una investigación judicial para averiguar los motivos de los focos, el funcionario sostuvo que "es un tema de la Justicia y de la provincia que, por la Constitución Nacional, es la dueña de los recursos naturales".
Según el SNMF, el 95 % de los incendios forestales son producidos por las personas, muchas veces con fines económicos para poder edificar y usar las tierras para pastoreo. A su vez, la sequía y los fuertes vientos profundizan la catástrofe climática.
"No está claro aún el dato de cuantas hectáreas se incendiaron. Yo no aseguraría ningún número todavía, siendo que el foco está activo", afirmó Federovisky. Y agregó: "Tampoco me parece que ese dato diga nada por sí mismo: una o 6.500 hectáreas es igual de grave para nosotros".
La altas temperaturas, la falta de lluvias y los vientos acrecientan el descontrol de las llamas. Pese a un panorama complejo, el SNMF pudo controlar fuegos en Cushamen (Chubut) y Güer Aike (Santa Cruz).
Asimismo, ya pudieron extinguir los incendios forestales ocurridos en Luján De Cuyo y San Rafael (Mendoza), Zárate (Provincia de Buenos Aires) y Futaleufú (Chubut).