Luego de pasar más de una semana internado en el Hospital Ramos Mejía, Pablo Grillo logró hablar y mostró signos de mejoría, aunque continúa en terapia intensiva y su estado de salud es delicado, de acuerdo a lo que relató su padre, Fabián, tras visitarlo este jueves. "Me saludó y me dijo 'hola, viejo'", reconoció.

"Yo estaba hablando con él como si estuviera hablando con un nene y yo me imagino que él estaba pensando ‘este viejo pelotudo... hablame a mí’", manifestó, visiblemente emocionado. Además, contó que le "apretó la mano", en lo que demostró ser un nuevo signo de mejoría.

"Sigue sin respirador. Está despierto. Habla. Mira. Tiene un ojo un poquito más cerrado que otro, pero mira, identifica", reveló. Además, señaló que, a pesar del diagnóstico actual, era "asombroso el nivel de avance que tuvo".

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Sin embargo, expresó, en diálogo con C5N, que los médicos le dieron un "baño de realidad" al advertirle que la situación sigue siendo "grave", que el estado de salud es "delicado" y, que de momento, continuará "en terapia intensiva".

Asimismo, indicó que debe tener "alguna noción" sobre lo que le sucedió y reveló que le manifestó haber "armado un lío bárbaro" y que "todo el mundo" estaba al tanto de la situación. "Le mandaron saludos (Ricardo) Mollo, León Gieco. Todos los amigos están recopilando videos, fotos, imágenes. Este se va a cagar de risa y en algunos casos va a putear. Lo conozco", agregó.

Por otro lado, relató que una de las amigas del fotoperiodista lo fue a visitar, le cantó un tema de La Renga y que, al preguntarle qué quería, le respondió "hablar". 

Para Pablo Grillo este jueves fue su octavo día de internación, luego de haber recibido el impacto de una cápsula de gas lacrimógeno en la cabeza, en medio de la marcha de jubilados del pasado miércoles 12, que finalizó con fuertes enfrentamientos entre los manifestantes -la mayoría de ellos barras bravas y activistas de izquierda- y las fuerzas de seguridad.