Hugo Moyano es un boxeador experimentado, pero sabe que su golpe tiene cada vez menos fuerza. Sus rivales lo respetan y, hasta ahora, evitaban atacarlo con golpes directos; su capacidad de reacción todavía es dañina.

La semana pasada, el Gobierno lo desafió con una multa de 810 millones de pesos que amenaza con volar por el aire la obra social de Camioneros y el campeón trastabilló. Lento de reflejos, no hizo declaraciones ni convocó a ninguna medida de fuerza. Hoy, finalmente, se sentó a negociar.

En una conferencia de prensa tibia pero con definiciones altisonantes, Moyano dijo que la convocatoria a un paro "depende del Gobierno" y advirtió: "Si siguen insistiendo con estas amenazas, llega un momento que uno dice: 'Basta, viejo'".

Moyano: "Si siguen insistiendo con estas amenazas, llega un momento que uno dice: 'Basta, viejo'"

Calificó al Gobierno de Macri como "el más vergonzoso de la historia" por tener funcionarios con dinero en el exterior (apuntó directamente contra Nicolás Dujovne, aunque lo confundió con Juan José Aranguren) y dijo que el presidente lo tiene como "enemigo" porque se opuso a la reforma laboral y por haber sido el primer gremio en perforar el techo del 15% que el Ejecutivo le había puesto a las paritarias.

"No nos van a doblegar, busquen lo que busquen. No tengo miedo. Si quiere meterme en cana, que lo hagan. La dignidad tiene más fuerza que el problema", sentenció el camionero, que también chicaneó a Jorge Triaca por los maltratos a su exempleada doméstica y llamó "primera ministra" a la directora del FMI, Christine Lagarde.