La espera se terminó. Tras casi cuatro años de aquella soleada, pero horrible tarde de domingo que el alemán Mario Götze nos arruinó, comienza el Mundial de Rusia 2018 para la Selección Argentina ante la humilde Islandia, la cenicienta del certamen.

Con poco tiempo de preparación y luego de una traumática clasificación en las Eliminatorias Conmebol, Jorge Sampaoli intentará sobreponerse a las lesiones de dos piezas claves de su esquema (Sergio Romero y Manuel Lanzini) para solidificar un estilo de juego ofensivo y con preponderancia en la posesión de la pelota.

Para ello, dispondrá de una formación dinámica y veloz que no sea fácilmente sorprendida por los contraataques islandeses; además de, por supuesto, el ancho de espadas que todos quieren pero solo Argentina tiene: Lionel Messi.

Para el mejor jugador del mundo ésta es su cuarta cita mundialista y aunque a Brasil y Sudáfrica había llegado con un presente excepcional, a Rusia lo hace, además, con la madurez que necesita un líder y con un rodaje futbolístico que las lesiones no le permitieron ostentar en los anteriores certámenes.