Kiribati, Las Maldivas, Tuvalu o Vanuatu son pequeñas islas paradísiacas que reciben todos los años a turistas privilegiados que disfrutan de sus playas autóctonas. Pero su belleza tiene fecha de vencimiento

Los habitantes ya se preparan para mudarse a otros lugares. El cambio climático, el deshielo y la crecida de los océanos es una amenaza real para estos territorios que quedarán bajo agua. El punto más alto de estas islas, no supera los dos mil metros. En Maldivas por ejemplo, una palmera de 2,3 metros es lo más alto que se puede llegar trepando si ocurre una inundación.

Las olas ya comenzaron a crecer y cada vez son más frecuentes el oleaje de seis metros en tormenta. Próximamente, un tsunami podría acabar con las construcciones.

Pero la falta de agua potable es el peligro mayor que podría hacer inhabitables dichos lugares.