La militante canadiense Kelley Temple dice que “los hombres no necesitan un espacio en el feminismo, sino que necesitan tomar el espacio que tienen en la sociedad y hacerlo feminista”. Y parece que Pablito Lescano la entendió a la perfección.

El sábado pasado, Damas Gratis tocó en el Tropitango Bailable de Tigre y el líder de la banda usó una remera que llevaba la bandera gay del arcoíris, acompañada de la frase: “Catedral LGBT cumbia”. En las fotos que compartió el boliche, se lo ve agitando a sala llena y con su mítico teclado con el dibujo de una ametralladora.

Pablito Lescano no nos pidió que le hagamos lugar en nuestras filas para marchar el 8 de marzo. Tampoco nos hizo el favor de avisarnos que tengamos cuidado con el “brazo fundamentalista” del feminismo, ni nos enseñó cómo deberíamos protestar. Se plantó desde su espacio. Y vaya si será necesario que, en un ambiente como el de la cumbia villera, el rey de la movida instale un mensaje inclusivo.

En lo poco que va del año, figuras reconocidas de la televisión argentina, como Facundo Arana, Cacho Castaña, Pettinato y Martín Bossi se expresaron sobre temas de género y dejaron ver que todavía están asentadas posiciones que reafirman la desigualdad.

En un afán por no quedar afuera de la ola hollywoodense, los medios, intentando mantener el tema en agenda, esperaron que el cartel de “aire” se ponga en rojo para preguntar lo que sea con respecto a la situación del feminismo hoy, forzando guerras virtuales entre famosos vs tuiterxs. Pablito Lescano hizo más que todos los que hablaron, sin abrir la boca.