El error de subestimar al Partido Celeste
La fundación Más Vida inauguró el Partido Celeste, una nueva plataforma política creada a partir del rechazo al aborto legal. Su principal objetivo es “defender la vida desde la concepción y hasta la muerte natural”, según explicó el presidente de Más Vida, Raúl Magnasco, en el Hotel Savoy.
Anoche, Magnasco anunció el lanzamiento en Telefé Noticias y fue tendencia en Twitter a los minutos con una catarata de memes y chistes por ser varón y llamarse Raúl. Y aunque la situación es bizarra, la avanzada de los antiderechos no es graciosa.
Raúl Magnasco, presidente de Más Vida.
Cuando Mariana Rodríguez Varela, apodada como “la loca del bebito”, perseguía a Macri con minis bebés de plástico, los chistes eran inevitables. Pero los pañuelos celestes no son un chiste si torcieron la balanza, aún más de lo que ya estaba torcida, en contra del aborto legal en el Senado y lo inundaron de católicos y evangelistas para que aprieten a los senadores.
Ayer, en la ciudad sanjuanina de Médano de Oro, “militantes pro vida” intentaron impedir la interrupción legal del embarazo de una joven de 14 años que era discapacitada y había sido violada y denunciaron a los médicos. Ellos serán los que formen parte del Partido Celeste. No hay chiste posible.
La creación de este nuevo partido es consecuencia del avance feminista. Así como lo fueron los pañuelos celestes, que surgieron este año, mientras que los verdes existen hace más de una década. “Cuando la autonomía de las mujeres y el movimiento feminista crece, el neomachismo recrudece”, explicó la periodista Luciana Peker. La revancha es peor y la madrugada del 9 de agosto, cuando el Senado rechazó la ley, fue un punto de partida para los “pro vida”.
“La mujer tiene que tener contención del Estado para evitar la instancia de aborto; esta es la única forma posible de que todos quedemos contentos, de un lado y del otro, porque si ya no se realizan abortos, no mueren más mujeres ni más niños”, explicó Magnasco en Telefé Noticias. La legalización del aborto no se trata solo de que no mueran más mujeres en manos de la clandestinidad mientras los médicos se llenan los bolsillos, sino que se trata de la autonomía de las mujeres sobre su cuerpo, el principal pie de igualdad necesario entre géneros.
Durante la conferencia de presentación, los impulsores del Partido explicaron que “existe una crisis de representatividad política para la defensa de la vida desde la concepción”, aunque hace menos de 20 días el Senado rechazó por 38 a 31 votos la legalización del aborto y los principales representantes del Gobierno -Macri, Vidal, Marcos Peña y Carrió, entre otros- se expresaron en contra de la ley y “a favor de las dos vidas”.
“Es un partido aconfesional, existen todas las religiones, no tenemos ataduras”, contó Ayelén Alancay, la vicepresidenta de Más Vida. A su vez, Magnasco reveló que mantiene conversaciones con los impulsores del partido de los evangélicos y otras organizaciones similares en formación. Además, resaltó que hay interés en otras provincias, anticipando que crecerán a lo largo y a lo ancho del país.
Se trata de una embestida a la imparable realidad feminista. Del otro lado, está la luz verde esperanza, que desconcierta a los viejos vinagres de la política -viejos, con “o” apropósito, porque son todos varones-: saben que, si quieren captar el voto joven en 2019, deberán incluir las demandas del movimiento en sus plataformas.
Sería un error subestimar a quienes todavía desean ir en contra de los derechos que el feminismo intenta conquistar. El resto es exigirle feminismo a la política argentina de acá en adelante.