¿Siga, siga?
La única verdad es la realidad, señala un viejo refrán que puede aportar cierta claridad a la situación que atraviesa la selección argentina. Parece mentira, pero Jorge Sampaoli está con más chances de seguir al frente del conjunto nacional que de irse por la puerta de atrás.
Así lo remarcó esta tarde el propio presidente de la AFA, Chiqui Tapia: "Sampaoli es el técnico y tiene contrato”. La frase no invita a realizar mucho análisis, por más que por lo bajo los propios dirigentes de la calle Viamonte cuentan que no lo quieren ver más con el traje de DT.
La idea por estas horas de la máxima autoridad de la Asociación del Fútbol Argentino es que se enfríe el clima y el ex técnico del Sevilla esté al frente del torneo Sub 20 del combinado nacional y luego dé un paso al costado. O que lo obliguen a dar un paso al costado.
Mientras Sampaoli está convencido de que puede continuar al mando de la Selección, la dirigencia juega al misterio, se contradice con sus acciones y busca ahorrarse algunos millones del jugoso contrato que tiene el hombre que llevó a la Argentina hasta los octavos de final del Mundial.
El escenario es el peor posible si la premisa es construir algo de cero e intentar apostar a una renovación total de cara a la próxima Copa América en Brasil y el Mundial de Qatar, dentro de cuatro años. Las decisiones improvisadas y la falta de convencimiento nos llevaron a este presente. Y el futuro no asoma para nada alentador.
¿Cuál es el temor de Tapia? Echar a Sampaoli y no tener un plan B. De hecho no lo tiene. Gallardo no, Simeone tampoco. Gareca, es posible. Pekerman, muy difícil. Desde la AFA se comunicaron con varios de estos nombres, aunque nadie quiere decir nada por miedo a que otra sorpresa sacuda los ánimos del combinado nacional.
¿Alguien se imagina a Sampaoli como entrenador del próximo mundial? ¿No alcanzaron los mensajes de los futbolistas haciendo a un lado al DT? ¿No fue suficiente el vacío que le hicieron sus propios ayudantes y hombres de confianza en su cuerpo técnico? Al menos para Tapia, no. Y siga, siga.