En menos de cinco horas, la Misión del FMI se reunió con Alberto Fernández y Roberto Lavagna, los principales candidatos presidenciales por la oposición, con la inexorable necesidad de renegociar la deuda y, a cambio, la promesa explícita de ambos de no ir al default.

La primera cumbre se dio en las oficinas de San Telmo que tiene el precandidato por el Frente de Todos. En casi una hora y media, le subrayó a Alejandro Werner, el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, y a Trevor Alleyne, el representante del organismo en Argentina, la intención de volver a conversar los vencimientos de la deuda.

Sobre esa base también se posó Lavagna para explicar que, como están dispuestos los vencimientos, la Argentina está imposibilitada no solo de pagar, sino también de poder sacar a la economía de la recesión.

Visitas del FMI a Alberto y Lavagna: la obligación de renegociar la deuda y la promesa de no ir al default

Y ahí hubo otro punto de contacto entre ambos presidenciables. Además de los plazos, tanto Fernández como Lavagna hicieron foco en el fracaso del restrictivo y opresor programa económico impuesto por el FMI para, mientras se alcanzaba el equilibrio fiscal, reducir la inflación y apuntalar la economía.

"El FMI tiene la lógica de los programas recesivos con los que normalmente trabajan. Nosotros defendemos la de poner en marcha esta economía, que lleva ya ocho años, 32 trimestres, en situación de estancamiento", explicó el ex ministro de Economía de Duhalde y Néstor, que estuvo acompañado por su compañero de fórmula, Juan Manuel Urtubey.

Y agregó: "Esas dos lógicas pueden coincidir en ciertos objetivos: los anti-inflacionarios y del equilibrio fiscal. Pero por caminos totalmente distintos. La lógica que nosotros sostenemos es la de creación de trabajo".

Alberto Fernández, por su parte, fue un poco más allá y acusó al FMI de haber ejecutado el préstamo por US$57 mil millones violando los estatutos del organismo: "El primer párrafo del Artículo VI del Acta Constitutiva del FMI dispone que ningún miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital".

Y, como si fuera poco, les recriminó haber adoptado una postura pasiva ante los magros resultados del programa económico. "Le he puesto de relieve [a Werner] lo mucho que me llama la atención la complacencia del FMI ante resultados tan negativos", disparó.