Como Mauricio Macri y Cristina Kirchner, Sergio Massa también tiene un ala empresarial importante que respalda su candidatura. La feligresía económica massista acompaña al tigrense hace casi una década, lo empujó a saltar al vacío en 2013 para competir contra Cristina Kirchner e imposibilitar una reforma constitucional, prestó dinero y el hombro en el fracaso de 2015, se resignó en 2017 y vuelve en el presente para acompañar a Alternativa Federal y al otra vez candidato a presidente de la ancha avenida.

El encuentro para reafirmar las convicciones sucedió el miércoles a la noche. Una cena a la que concurrieron Massa, el gobernador Juan Manuel Urtubey, el conductor televisivo Marcelo Tinelli, el neurocirujano Facundo Manes y un trío de empresarios de distintos rubros: el gerente general del banco Macro Jorge Brito (hijo), el dueño de grupo América Daniel Vila y el dueño de Swiss Medical Group, Claudio Belocopitt.

Vila, Brito y Belocopitt: la veta empresarial de Massa que lo apuntala a la carrera presidencial

Unidos por el desencanto, los tres empresarios apuntalan al espacio que busca levantarse entre Macri y Cristina. Daniel Vila opinó que elegir entre el líder del PRO y la ex presidenta es elegir entre un cáncer o un infarto; Brito padre jugó, hace un mes, una carta poderosa contra el actual presidente: pidió la quiebra de Molino Cañuelas por una deuda contra el banco de su grupo (Macro), a pesar de que esta deuda era cinco veces menor a la que la empresa tenía con otras entidades bancarias; Belocopitt dijo hace seis meses: "O el Gobierno se pone las pilas o se tiene que ir". El empresario se inclina hoy por la segunda alternativa.

Vila, Brito y Belocopitt: la veta empresarial de Massa que lo apuntala a la carrera presidencial

Al encuentro fueron invitados también el economista Roberto Lavagna y el senador Miguel Ángel Pichetto. El primero rechazó la invitación y prefirió juntarse con el economista Martín Lousteau. Pichetto, que el miércoles por la mañana sentó a Lavagna con sus senadores, sí concurrió a la cena de Alternativa Federal, según confirmaron a ElCanciller desde su entorno.

 

La negativa de Lavagna a participar muestra los fraccionamientos que aparecieron en el último tiempo en la que busca ser la tercera fuerza electoral. El economista reclama que lo buscaron para ser candidato -no lo buscó- y ahora le exigen que compita en unas internas que considera contraproducentes en el actual contexto político y económico. Massa, que siempre mostró a Lavagna como su carta de presentación, como el mejor del plantel que el tigrense había reunido, ahora ve la emancipación del ex ministro de Néstor Kirchner como una deslealtad.

De esta manera, de las raíces que echó Massa desde su separación del kirchnerismo, Argentina Federal configura su propia pata empresarial. Lavagna trabaja en una paralela. El presidente del grupo Techint, Paolo Rocca, tiene una relación histórica con el economista, pero el acercamiento de Lavagna con el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, quien tiene una vieja pelea con la compañía, traba nuevas aproximaciones.