Tras la marcha, el Ministerio aseguró que no recibirá a las organizaciones de izquierda
Los movimientos sociales no afines al Gobierno exigieron el pago de salarios de Potenciar Trabajo y mayor asistencia social. Desde la cartera de Zabaleta consideran que se trata de “una movilización política, más que de reclamos sociales”.
El obelisco fue el escenario para el acto de cierre de una multitudinaria movilización de las organizaciones sociales, que comenzaron su recorrido en Puente Pueyrredón, Avellaneda, recorrieron toda la 9 de Julio e hicieron su primera parada en el Ministerio de Desarrollo Social. Allí dejaron un petitorio en la mesa de entrada para concretar una reunión con el flamante ministro Juan Zabaleta.
“Si nos hubieran convocado, a lo mejor no tendríamos que haber hecho esto. Pero no ha pasado. El ministro dice que las puertas están abiertas. Si es así, que nos reciba”, afirmó Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero, en diálogo con El Canciller. En este tono, se produjeron más de 100 cortes en 20 provincias bajo la consigna “Jornada de lucha en todo el país”, con reclamos como “basta al hambre” y más “trabajo genuino”.
Así, más de 50 organizaciones acusaron al Gobierno de estar llevando a cabo un ajuste. El principal reclamo tuvo que ver con los “miles de salarios del Plan Potenciar Trabajo que el nuevo ministro no paga y que eran parte de lo acordado con Arroyo”. El beneficiario de uno de esos planes cobra apenas $13.000 mensuales, mientras que la Canasta Alimentaria llega a $28.414 y la Canasta Básica a $66.488.
Otras exigencias estuvieron relacionadas a aumentos en los programas sociales, mayor obra pública para reactivar las tareas barriales a cargo de las cooperativas, asistencia integral a los comedores populares, empleos genuinos y un plan de viviendas para dar soluciones habitacionales. Durante la tarde se especuló con la posibilidad de que los militantes acamparan frente al histórico edificio que lleva carteles luminosos de Eva Duarte de Perón a ambos lados, pero finalmente desde Polo Obrero lo descartaron.
Ante la consulta de El Canciller respecto de si el ministro recibirá a los referentes de izquierda, la respuesta fue un contundente y seco “No”. En la cartera social desconfían de las intenciones de las organizaciones no afines al Gobierno. Un funcionario del riñón de Zabaleta afirmó: “Es una movilización más política que de reclamos sociales”.
Si bien en las columnas que marcharon hacia la 9 de Julio ven más continuidades que rupturas en la nueva gestión ministerial, Belliboni diferenció: “Cambiaron un técnico por un político, y este político está más relacionado con los intendentes. Eso no puede ser casual”, en relación a Arroyo y Zabaleta respectivamente.
A su vez, analizó: “Responde a la pérdida de territorialidad de los intendentes a manos de las organizaciones sociales. Los municipios han perdido una influencia enorme en los distritos”, y agregó: “Los intendentes reclamaban mano dura contra las organizaciones sociales. Vamos a ver que dice el nuevo ministro sobre eso”.