Hace meses que el nombre de la compañía Pfizer resuena en la sociedad argentina. La lucha política está centrada en las vacunas contra el coronavirus y, para Juntos por el Cambio, el plan de inmunización del Gobierno se lleva a cabo a paso de tortuga. Además, la oposición cree que la Casa Rosada evitó cerrar acuerdos con algunos laboratorios por cuestiones “ideológicas”.

En ese contexto, tanto la empresa estadounidense como otros laboratorios tuvieron que ir al Congreso a dar explicaciones, a pedido de los diputados.

Nicolás Vaquer fue el encargado de representar a la compañía norteamericana, donde trabaja desde hace más de 15 años. El gerente general de Pfizer en Argentina desde 2018 es un médico graduado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que cuenta con un MBA Internacional de la Universidad Católica de Lovaina de Bélgica. Está casado y tiene tres hijos.

Apenas entró a la compañía en 2006 ocupó el cargo de coordinador de Medicina Científica y, más tarde, se transformó en gerente de la unidad de Oncología en Argentina. Con ese rol, contribuyó al lanzamiento de tratamientos innovadores para pacientes con cáncer renal.

En agosto de 2016 pasó a ser el líder de la unidad de Vacunas para los Mercados Emergentes. En ese cargo su mayor logro fue duplicar el índice anual de vidas protegidas a través de la inoculación, alcanzando los 14 millones. También ocupó el puesto de jefe de Vacunas para el Cono Sur de América Latina, contribuyendo a programas de inmunización de Paraguay, Uruguay, Chile y Argentina.

Por fuera de Pfizer, Vaquer se sumó en 2019 a la Junta Directiva de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME). Y en diciembre de 2020 se transformó en el presidente de esa entidad.

Preguntas y respuestas, ¿vencedores y vencidos?

Cansado de las acusaciones, el Gobierno convocó a todos los laboratorios al Congreso para que respondieran las dudas que están en el boca a boca. Incluso decidieron televisarlo. Todos los ojos estaban expectantes en la aparición de Vaquer.

En la actualidad Pfizer está en el centro de la escena mundial por la rapidez en la distribución de vacunas. Y, desde Juntos por el Cambio, atribuyeron la escasez de dosis en el país a la falta de contrato con el laboratorio estadounidense.

Vaquer, en el Parlamento, aseguró que no hubo “pedidos de pagos indebidos o existencia de intermediarios” en las negociaciones con el gobierno nacional para la adquisición de vacunas, contra lo que había denunciado la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, apuntando al exministro de Salud Ginés González García.

Pero, a la vez, el gerente general de Pfizer Argentina negó que la farmacéutica estadounidense haya tenido interés por bienes naturales o las reservas del Banco Central, contra lo manifestado por parte del kirchnerismo.

Parece que, en el Congreso, no hubo vencedores ni vencidos.