La jueza María Servini ordenó este viernes a la Ciudad de Buenos Aires que en octubre no se use el voto electrónico para elegir al jefe de Gobierno, debido a las irregularidades observadas durante las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) celebradas el pasado domingo.

La magistrada dejó sin efecto el convenio entre el Instituto Electoral de la Ciudad y la Justicia electoral bajo su órbita, y ahora el organismo porteño que depende del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta deberá resolver qué sistema utilizará para los comicios del 22 de octubre. 

Para las primarias del domingo, el Gobierno porteño implementó en el distrito el voto concurrente, en el que los electores tuvieron dos sistemas distintos en el mismo acto: para la instancia local usaron la Boleta Única Electrónica (BUE), mientras que para las categorías nacionales sufragaron de la misma forma que en el resto del país, con boletas de papel.

En una nota enviada este viernes al juez electoral porteño Roberto Requejo; al director del Instituto de Gestión Electoral capitalino, Federico Fahey Duarte; y al presidente de la Cámara Nacional Electoral, Alberto Dalla Vía, Servini enfatizó que las próximas elecciones en la Ciudad “no pueden realizarse nuevamente y en las mismas condiciones” que las PASO del 13 de agosto, porque, según la jueza, sería “una burla a la ciudadanía volverla a someter a condiciones denigrantes”.

En este sentido, la magistrada aseguró que las recientes primarias en el territorio porteño fueron “los comicios más problemáticos y conflictivos de los últimos 30 años” en el distrito.

En un comunicado, el Instituto de Gestión Electoral de la Ciudad respondió que el mecanismo electrónico “es un instrumento válido y ha mostrado sobrados beneficios en las elecciones del domingo", pero dijo que, luego de la decisión de la Justicia, "se encuentra abocado junto a las autoridades judiciales al diseño de un nuevo sistema".

“La decisión de la jueza federal con competencia electoral María Servini de dejar sin efecto el acuerdo con el Tribunal Electoral de la Ciudad torna abstracto el debate sobre la utilización de la Boleta Única Electrónica en las próximas elecciones”, añadió.

Este jueves, Servini había formalizado ante la Cámara Nacional Electoral su reclamo para que no se votara en la Ciudad de Buenos Aires con el sistema electrónico el mismo día que los comicios nacionales, tras hacer un repaso de los innumerables problemas que acarreó este método.

Para la jueza, "todo ello innecesariamente y en virtud de situaciones que las autoridades locales de la Ciudad de Buenos Aires no previeron, planificaron mal y ejecutaron peor".   

Servini envío documentación fotográfica con registros de las deficiencias de los dispositivos electrónicos en los que se ejecutaba el voto, entre los que se identificó la aparición de candidatos distintos a los elegidos.

Añadió que "los inconvenientes mencionados, todos relacionados con la implementación de la Boleta Única Electrónica y las máquinas utilizadas a tal fin, adquirieron una dimensión tal que provocaron que muchos ciudadanos tuvieran que hacer largas filas con una espera de hasta más de dos horas para votar, algo que no había sucedido nunca, ni aún durante la crisis sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19".   

"Hubo autoridades de mesa que, ante el nerviosismo generado por la situación, más la aglomeración de electores que querían sufragar, colapsaron emocionalmente y manifestaron su intención de no cumplir su función en octubre próximo", destacó.   

Servini además apuntó contra “la mala preparación del personal técnico contratado para la empresa en cuestión para la instalación y prueba de las máquinas, que demostró poca predisposición para solucionar los problemas, en una actitud irresponsable y casi negligente, y poco conocimiento del funcionamiento de esos equipos”.

También se refirió a la "instalación eléctrica que efectuaron los técnicos para conectar las máquinas en cuestión, la que resultó totalmente precaria, peligrosa, con conexiones expuestas, cableado que no estuvo fijado al piso, zapatillas sobrecargadas y faltantes de alargues, todo lo cual ponía en riesgo a las autoridades de mesa y a los electores".

Ante los inconvenientes registrados y las quejas de los votantes por la demora para sufragar, en algunas escuelas se extendió el horario de votación hasta las 19:30.