La agenda parlamentaria de la sesión que comenzó este jueves a las 14 en el Senado indicaba dos temas a tratar: una ley de promoción de inversiones de la industria automotriz y un proyecto que modifica la Ley de Promoción del Desarrollo y la Producción de la Biotecnología, ambas iniciativas contaban con media sanción en la Cámara de Diputados. Sin embargo, en las primeras cuatro horas desde que se sentaron los senadores en el recinto, el tema principal fue otro.

Además de un pedido de repudio por parte de la oposición frente a las declaraciones del presidente Alberto Fernández donde trazó un paralelismo entre la muerte del exfiscal Alberto Nisman y el fiscal Diego Luciani, existió otro pedido por parte del oficialismo para repudiar el accionar de la Policía de la Ciudad en las manifestaciones de apoyo a la Vicepresidenta producto de lo que la militancia considera un plan de “persecucón” por parte del “partido judicial”.

Cómo se metió el tema

Uno de los primeros en hablar fue el frentetodista Martín Doñate, quien se refirió particularmente a la causa “Vialidad”, donde Cristina Kirchner es acusada por “asociación ilícita” junto a otra decena de acusados. El senador peronista apuntó contra el “inverosimil fiscal (Luciani), que con un show mediático patético y escalofriante por la inconsistencia de los argumentos, ha puesto a la justicia argentina en la escala más baja”. Sobre esto, Doñate planteó que, con este accionar jurídico, “no quieren que nazcan más Cristinas”.

Su compañera de bancada, Juliana Di Tullio, se manifestó en el mismo sentido, pero sumó: “No nos preocupa exactamente la suerte de nuestra líder. Lo que nos preocupa es que han puesto otra vez al peronismo en el banquillo de los acusados”. El que respondió fue el legislador que le siguió en la palabra, Luis Naidenoff. “¿Quién dijo eso? Esa es la épica, es un relato”, cuestionó el radical, y agregó: “No se está juzgando al peronismo, se está juzgando en un juicio puntual”.

“Con esto se pretende tapar la enorme inoperancia e incompetencia que tienen para gobernar”, reflexionó el formoseño. “La Vicepresidenta ha hecho de su problema judicial una cuestión institucional con un movimiento táctico muy inteligente”, advirtió. En la misma línea, la vicepresidenta de la Cámara y correligionaria Carolina Losada, criticó: “La vemos a la Vicepresidenta victimizándose una y otra vez. En lugar de hacer una defensa en la Justicia, lo hace ante los medios y políticamente”.

¿”Policía política”?

El sábado fue una jornada intensa a nivel político. Después de días de presencia de la militancia en las inmediaciones de la casa de CFK con el propósito de “bancarla”, el Gobierno porteño decidió, según el senador oficialista Guillermo Snopek, “no solo vallar, sino sitiar la casa de la Vicepresidenta”. A partir de allí, se produjo una escalada de violencia hasta que las autoridades de la Ciudad y de Nación acordaron una salida pacífica.

“Larreta quiere mostrar autoridad o fortaleza ante Mauricio Macri y Patricia Bullrich”, analizó Mariano Recalde, quien también es titular del PJ Ciudad. Sin embargo, opinó que “le salió el tiro por la culata y generó el efecto contrario”, porque el apoyo popular a la líder del kirchnerismo fue aún mayor. A causa del accionar de la fuerza de seguridad de CABA, planteó: “Es lógico que veamos en la Policía de la Ciudad una policía política. Es una fuerza de choque del macrismo”.

La senadora por la Ciudad de Buenos Aires, pero del PRO, Guadalupe Tagliaferri se mostró confiada en que “los porteños y las porteñas saben perfectamente cómo trabaja la Policía de la Ciudad”, y chicaneó: “Eso es tan evidente que hemos ganado la última reelección de Horacio Rodríguez Larreta con el 54% de los votos”.

En el cruce de Juncal y Uruguay, la militancia se mantuvo firme por más de 10 días entre cánticos y señales de apoyo. “Me encantaría escuchar que nos expliquen a los argentinos a qué se están refiriendo en el medio de la democracia con “qué quilombo se va armar” (si la tocan a Cristina)”, preguntó indignada Tagliaferri, insinuando la violencia del sector que se movilizó.

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La postura de Di Tullio en este punto fue antagónica. “Cuando ven una horca con la figura de Cristina, ¿qué les pasa por la cabeza? ¿No les da vergüenza? Cuando ven una bolsa mortuoria con el cartel de Estela de Carlotto, ¿no se sienten avergonzados?”, le achacó la senadora a la oposición. “Lo que hicieron fue patear el hormiguero del peronismo. Entonces, hay millones de hormigas por todo el país que, en una especie de silvestrismo, empiezan a demostrarle a la Vicepresidenta el amor que le tienen”, añadió.

La línea de Juntos por el Cambio se mantuvo bajo una unidad argumentativa: el desvío de la discusión le sirve al peronismo para ocultar las deficiencias de su gestión. “Esto sirve para alimentar una mística de una minoría mejor organizada y más activa. Quizás están viendo una victoria, que es una genialidad cambiar el eje de discusión. Pero la mayoría de la Argentina no está en esa agenda. A la mayoría de los argentinos les importa un carajo si es absuelta o es condenada”, precisó Alfredo Cornejo, titular del interbloque de JxC.

Ciudad ¿Autónoma?

Algo que también estuvo presente en la sesión fue la discusión en torno a las últimas declaraciones de la expresidenta durante una reunión con un centenar de legisladores del Frente de Todos (FDT), donde propuso “repensar” la autonomía de CABA. Una característica que, según ella, no está explicitada en la Constitución. Al respecto, el radical Martín Lousteau repudió: “Producto de un contexto que no gusta, uno puede verter opiniones. Lo que no puede es introducir falsedades en el debate público”.

“No queda otra que pensar que lo hace para distraer la atención sobre el pésimo desempeño de este gobierno: la inflación, que corroe el poder adquisitivo y es la más alta de 1992; las tasas de interés, como las Leliqs con 96,8% de tasa efectiva anual que liquida la producción; suba de tarifas; falta de divisas; brecha del 110%; controles de importación porque no hay dólares; aumento del endeudamiento en 56,7 mil millones de dólares; y ahora, además de eso, ajuste”, argumentó el senador porteño. El jujeño Snopek, por su parte, recordó que el artículo 129 de la carta magna específica de forma expresa que “una ley garantizará los intereses del Estado nacional mientras la Ciudad de Buenos Aires sea capital de la nación”.