Tras largas semanas de negociaciones en el interior de la alianza Cambiemos, María Eugenia Vidal decidió no desdoblar las elecciones bonaerenses y definir los cargos provinciales en octubre junto a los nacionales. De esta manera, cumplirá con el deseo de Mauricio Macri Marcos Peña.

La voluntad de la gobernadora para competir por fuera de los comicios presidenciales y evitar así un eventual arrastre de los votos de Cristina Fernández de Kirchner hacia los caciques peronistas del distrito chocó con las ambiciones de la tropa de Jaime Durán Barba, quien junto al jefe de Gabinete estimaba que esa jugada le hubiera sido perjudicial al primer mandatario en la puja por la reelección.

Al igual que las elecciones presidenciales, las PASO en el distrito más poblado del país se desarrollarán el domingo 11 de agosto y las generales el domingo 27 de octubre. Además, en términos económicos, la decisión le significará al gobierno bonaerense un ahorro de $3200 millones.

La estrategia que pregona la comitiva electoral del PRO obedece a la incuestionable imágen positiva de Vidal, quien ahora podrá realizar una campaña conjunta con el presidente y apuntalarlo en la carrera por la silla más alta de la política.

El argumento de la mandataria de la Provincia, que postulaba que el desdoblamiento le permitiría acercarse más fácil al triunfo y atrapar mayores intendencias para consolidar su estructura gubernamental, naufragó ante la táctica de la triple reelección en octubre junto a Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad de Buenos Aires.