El enfrentamiento dialéctico se había tomado un respiro, que duró hasta este sábado. Durante un acto político en las Islas Baleares, Pedro Sánchez acusó al presidente Javier Milei de perpetrar una "estafa piramidal" por la promoción de la criptomoneda $LIBRA, que finalizó en un escándalo, cientos de damnificados y el comienzo de una investigación en distintos países, entre ellos Argentina y Estados Unidos.

Desde Palma de Mallorca, además, el titular del Gobierno español le apuntó a los sectores conservadores y de derecha en el mundo por amenazar "la cohesión" y "la convivencia", por aplicar "la motosierra" en aquellos países que administran y por querer privatizar "hasta la moneda".

"Lo hemos visto en Argentina, donde han hecho una estafa piramidal, nada más y nada menos que el Presidente, donde los de arriba se han quedado con el dinero de todos los demás", aseveró el también secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

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De esta forma, el jefe de Estado hizo referencia, una vez más, al criptogate que protagonizó el líder de La Libertad Avanza el pasado 14 de febrero, cuando difundió en su cuenta de X el token $LIBRA, cuyo valor cayó estrepitosamente luego de llegar a un techo y perjudicó a una buena cantidad de personas. 

"No nos equivoquemos, lo importante no es la motosierra ni su rugido, lo importante es que con ese rugido y con esa motosierra están haciendo negocios con los derechos de la gente", agregó Sánchez en su alocución. 

La escalada en el conflicto entre ambos presidentes se originó cuando el ministro español de Transporte, Óscar Puente, acusó a Milei de "consumir sustancias". El libertario recogió el guante y llamó "corrupta" a Begoña Gómez, esposa de Sánchez, durante un acto en Madrid el pasado 19 de mayo de 2024. El Gobierno del país europeo exigió "disculpas públicas" y luego retiró a su embajador en Buenos Aires.

En octubre pasado, finalmente, Sánchez designó a Joaquín María de Arístegui al frente de la embajada en la Argentina, por lo que desde la Cancillería destacaron el gesto conciliador del presidente español. "Nos comprometemos a buscar siempre puntos de conexión en la consecución de nuestro objetivo común, que es el bienestar de nuestros ciudadanos", plantearon entonces desde el Palacio San Martín.

"La Argentina y España somos pueblos hermanos, unidos por profundos lazos humanos y sociales", afirmó un comunicado de esa cartera, que en ese momento comandaba Diana Mondino.