El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, anunció que llevará a cabo un refuerzo escolar con clases a contraturno para recuperar contenidos e intensificar la enseñanza. Este plan comprende actividades presenciales, incluso los sábados, día que la educación se toma su descanso.

Desde un principio, la noticia parecía que chocaría con los intereses de los gremios del sector y se especuló con que el mismo cuerpo docente debería trabajar un día más de la semana -aunque sea pago- que para el sector es considerado como jornada no laborable. Lo cierto es que el Gobierno bonaerense informó que para este proyecto destinará 30 mil docentes y que se abonará un suplemento adicional salarial para los auxiliares, de modo que pueda desarrollarse la actividad también los sábados.

Para los gremios de la educación, la medida no cayó mal. “No fuimos consultados, pero hemos sido informados que la Provincia había tomado esa decisión para reforzar los contenidos”, sostuvo Alejandro Salcedo, Secretario General de UDOCBA. Además, el sindicalista agregó que hay una decisión política de "generar designaciones docentes para esa tarea específica”.

A la vez, aclaró que aquellos maestros que tengan poca carga horaria y quieran asumir ese cargo “lo pueden hacer, pero es voluntario y pago”.

“No se estaría vulnerando el convenio colectivo, al contrario, habría una fuente de trabajo que es temporaria”, destacó el gremialista de Unión de Docentes de la Provincia de Buenos Aires a El Canciller.

"Nos parece muy bueno y muy importante", destacaron desde SUTEBA a El Canciller. María Laura Torre, Secretaria Adjunta del gremio, explicó que se trata de un “programa especial” que termina en marzo del 2022 y que genera “un montón de puestos de trabajos nuevos”.

“Los sábados y los días de semana a contraturno habrá docentes designados a tal fin”, resaltó Torre, y agregó que podrán sumar más horas de trabajo aquellos profesores que deseen  incrementar su salario, aunque no será obligatorio.