Cambiemos es el espacio político con mayor adhesión y, probablemente, si las elecciones fueran hoy ganaría en una segunda vuelta ante un peronismo sin un líder determinante. Sin embargo, la estrategia política poslegislativas 2017 empezó a golpear en el humor de la sociedad y a trasladarse en las encuestas.

Es decir, el Gobierno no salió para nada airoso de las dos medidas más importantes en estos últimos meses: la reforma previsional y los aumentos en las tarifas. Dos golpes al corazón de la política económica del macrismo.

Cayeron las expectativas sobre el rumbo del oficialismo y empiezan perjudicar en la imagen presidencial. En la Nación, Fernando Laborda apunta que la luz de alarma se prendió en Cambiemos en dos ocasiones y con el escenario parlamentario: allí, la oposición logró reunir en dos ocasiones a los legisladores necesarios para comenzar a sesionar.

"Las tarifas y las reformas previsionales son habitualmente los temas más conflictivos y con mayores costos políticos no solamente en la Argentina, sino en casi todos los países del mundo”, insiste la columna, sobre los riesgos que corre el Gobierno de cara a 2019.

"En la Casa Rosada no se estimó que la resistencia ciudadana a los incrementos en las tarifas iba a ser tan grande”, señala La Nación

"Como en aquella oportunidad, en la Casa Rosada no se estimó que la resistencia ciudadana a los incrementos en las tarifas iba a ser tan grande”, compara Laborda. Entonces, al igual que con la modificación de los haberes jubilatorios, en Balcarce 50 no imaginaban la recepción tan negativa que generó el ajuste en las boletas de los servicios de luz, agua y gas.

Otro de los puntos clave es la distancia y la falta de diálogo con algunos diputados opositores, que se corren un poco del discurso oficial y ya no cumplen a rajatabla con lo que proponen Marcos Peña y Durán Barba. "Es probable que el macrismo esté pagando las consecuencias de no haber aceitado los canales de diálogo en el Congreso”, indica el artículo. 

Como análisis final, La Nación establece que el control de agenda que buscó Cambiemos con el debate sobre la despenalización del aborto y el Mundial de fútbol en Rusia iban a poder frenar la ola de críticas. "Operadores del Gobierno imaginaron que la docilidad del Parlamento iba a estar garantizada si se lo vaciaba de discusiones económicas relevantes y se mantenía a los legisladores y a la opinión pública ocupados”, cierra el texto.