Reforma judicial: vaticinan dos meses y medio hasta su debate en Diputados (¿y vuelta al Senado?)
Tras la media sanción, el proyecto de reforma judicial pasa a la Cámara baja. Cómo será la discusión que quiere el oficialismo para reunir los votos necesarios para su aprobación.
Sin apuro y con el debate necesario. Así empiezan a proyectar el debate en Diputados alrededor de la iniciativa de reforma judicial que ya cuenta con el visto bueno del Senado.
La discusión en la Cámara Alta tuvo momentos de tensión con la oposición, en particular por el dictamen de comisión y luego por los cambios introducidos sobre el cierre del proyecto en la madrugada de la votación.
En ese marco, en Diputados no piensan pisar el acelerador. El paso lento se debe también a que el oficialismo no reúne aún los votos suficientes para su aprobación. Para alcanzar el piso de 129 votos, deberá debatir, consensuar y, seguramente, modificar el proyecto que llegó de la Cámara Alta.
En ese caso, de aprobarse con cambios, la iniciativa debería volver al Senado.
Para tener en cuenta, la Cámara baja tiene 260 integrantes y se estima que para el debate en comisiones tendrán participación un arco amplio de entidades como las asociaciones de magistrados. En concreto, se espera al menos 49 expositores y un tratamiento que tendrá una duración de, al menos, dos meses y medio.
Sistema acusatorio y juicio por jurados
Para construir los consensos, hay dos cartas que piensa jugar fuerte Sergio Massa: el fortalecimiento del sistema acusatorio y el juicio por jurados. El primero es un acuerdo general que comparten incluso en Juntos por el Cambio y cuya aplicación “se demoró”.
En cuanto a los juicios por jurados, hay varios proyectos en danza y podría ser una prenda de acuerdo para avanzar en acercar posiciones.
En ese sentido, podría haber además una línea de discusión por una mayor supervisión de las sentencias, un tema sensible para Massa, un férreo opositor de las excarcelaciones de delincuentes.
En el conteo fino, el Frente de Todos debe poder cerrar filas a la interna del bloque y, a su vez, traccionar los votos de los diputados peronistas no alineados al oficialismo que responden a Lavagna o a Schiaretti.
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Todo apunta a que el oficialismo de la Cámara confía en sacar la aprobación con cambios en un plazo a construir, en línea también con el pedido realizado por el sector dialoguista de Juntos por el Cambio. La pregunta es si esto traerá más ruido en la coalición oficialista sobre de quién y para quién es, finalmente, esta reforma judicial.