Tras una semana complicada por las turbulencias financieras, María Eugenia Vidal salió a defender el gradualismo elegido por Cambiemos y su nueva e inminente aceleración, una de las condiciones impuestas por el Fondo Monetario Internacional.

De local en el nuevo programa de Diego Leuco en TN, Ya Somos Grandes, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires sostuvo la política gradualista contrastándola con otras opciones: continuar el modelo kirchnerista o aplicar el famoso "shock" con un ajuste brutal.

Aún con dificultades el gradualismo sigue siendo el mejor camino posible. Si seguíamos con el modelo kirchnerista, terminábamos con hiperinflación.

"Hemos enfrentado dificultades desde el principio. Aún con estas dificultades sigue siendo el mejor camino posible. Si seguíamos con el modelo kirchnerista, terminábamos con hiperinflación; sino estaba lo que muchos proponen, que era un ajuste brutal con 2000% de aumentos en las tarifas de luz y gas, reducción de jubilaciones y restricción de programas sociales", explicó.

Y aunque comprendió el "temor y la angustia" de la gente por el fantasma del corralito, Mariu mostró confianza en revertir el panorama económico y reducir "de a poco" el déficit fiscal que "hace más de 70 años no podemos pagar".

A su vez, celebró el acercamiento del país al FMI, lo que entendió como un signo de confianza del mundo hacia la Argentina. "La velocidad del ajuste la va marcando aquel que nos presta el dinero, el financiamiento y el crédito. Y lo siguen haciendo porque el mundo sigue apostando por Argentina", aseguró.

En relación a las condiciones impuestas por la entidad financiera que "ahora nos dicen que tenemos que ir "un poco más rápido"", Vidal le reclamó a la dirigencia política que para ello deben "estar todos juntos, sin mezquindad política y pensando lo mejor para la gente". En otras palabras, reafirmó el llamado al consenso nacional que Mauricio Macri hizo días atrás. "No podemos pedirle a la gente que haga más esfuerzo", agregó.

Finalmente, tras recordar las batallas contra el narcotráfico, la corrupción en la policía y el juego, recordó las medidas tomadas para el recorte de aportes al Jockey Club y la reforma previsional que terminó con las jubilaciones de privilegio para empleados del Banco Provincia.

"Nunca fuí socia del Jockey Club y, después de haberles cortado los mil millones de pesos para el desarrollo del hipismo, creo que nunca lo voy a ser", reflexionó. Y concluyó: "Yo tengo que pensar en que los vecinos de Buenos Aires no pueden pagar la jubilación de algunos pocos empleados del Bapro, cuando nadie en el sistema jubilatorio de los bancos cobra esos numeros".