Pierde Stornelli la batalla con Ramos Padilla, sufre el alejamiento de sus aliados y se aferra a los fueros
Inadmisible. Una palabra casi inocua en el mundo normal pero que en términos judiciales significa una derrota, otra más en el caso de Carlos Stornelli. El fiscal federal le había reclamado a Casación que diera vuelta un fallo de la Cámara Federal de Mar de Plata y que considere que Alejo Ramos Padilla se aparte de la investigación de la red de inteligencia paraestatal que lo tendría involucrado.
Los jueces Alejandro Slokar y Guillermo Yacobucci consideraron que ni siquiera debía abrirse la discusión sobre el tema porque los argumentos de Stornelli no alcanzaban y la decisión de ratificar a Ramos Padilla en la causa fue fundada razonablemente por la Cámara de Mar del Plata.
En definitiva, lo que Casación le dice al fiscal es que no ve que haya un mal desempeño del juez o que exista una vulneración de sus garantías.
La jueza Ángela Ledesma votó, aunque sin explayarse, que debía “abrirse” el recurso y escuchar lo que Stornelli tuviese que argumentar pero su posición quedó en minoría.
De todas maneras, está claro que las expectativas del fiscal federal no estaban en esto sino en la decisión que todavía no comunicó la Cámara Federal de Mar del Plata: si la causa debe seguir en Dolores o si pasa a Comodoro Py.
En el Principado de Retiro hay bastante enojo con Stornelli. Molestó en ciertos juzgados su ausencia a la indagatoria. De todas formas, "mejor rebelde que procesado" fue el consejo que le dio uno de sus colegas. Quedó claro que sus aliados gubernamentales le soltaron la mano y que la banca que solía tener ya no es lo que era.
La incógnita pasa por adivinar quién ganará este conflicto. ¿Podrá Stornelli sobrevivir luego de ser desprestigiado? ¿Le sacará definitivamente Comodoro Py su manto de protección?
El otro campo donde el fiscal juega sus fichas es la Procuración General de la Nación. Ahí, hay dos expedientes que lo acechan: uno por haberse ausentado a la indagatoria y otro por la acusación de integrar esa banda que se dedicaba, entre otras cosas, a realizar tareas de espionaje ilegal.
El primero de los expedientes ya está en manos del Consejo Evaluador. Cinco fiscales (elegidos por sorteo antes del caso Stornelli) deberán analizar la situación y realizar un dictamen donde opinen qué se debe hacer en el caso.
Las opciones son claras: desestimar todo, proponer una multa o promover el juicio político. Después, ese dictamen pasará al procurador general, que puede tenerlo en cuenta o no para tomar una decisión.
Ese expediente se resolverá, claramente, antes que el otro que si o si necesita que la causa avance. No es lo mismo un llamado a indagatoria que un procesamiento. Allí, Stornelli juega con ventaja. Al tener fueros, sabe que no pueden detenerlo ni obligarlo a que se presente por lo que su situación está congelada. Las apuestas en Py giran en torno al tiempo que podrá el fiscal aguantar esta situación.