El operativo reelección ya comenzó. A falta de un año y medio para los comicios presidenciales, Cambiemos ya configura su estrategia para mantener a Mauricio Macri en Balcarce 50, basándose en los resultados de las legislativas de 2017, en una oposición acéfala y atomizada y en el apoyo de algunos aliados claves, según advirtió Julio Blanck.

En su columna en Clarín, el periodista analizó la maniobra del Presidente de dispensar "dos días de diálogo, franela y promesas a los gobernadores opositores del Litoral y el Noroeste". Teniendo en cuenta el operativo mencionado, caudillos del interior están abiertos a negociar con la Casa Rosada, que tiene dos opciones para maniobrar.

Con la "bonita suma de $270 mil millones" destinados a obras públicas, Blanck le recomendó al Gobierno bajar esos fondos a los gobernadores, para que estos los retribuyan en las elecciones de octubre de 2019 y decidan desligar su suerte de cualquier oferta que pueda hacerles el peronismo.

Sin embargo, esta opción de foralecer a los líderes "opositores" en sus comunidades para no poner en riesgo el Sillón de Rivadavia, juega en detrimento del plan de Marcos Peña de conquistar algunas de la docena de provincias que no están pintadas de amarillo.

La situación se replica, aunque en menor escala, en la provincia de Buenos Aires. El editorialista consideró que la ambición de María Eugenia Vidal y su jefe de Gabinete, Federico Salvai, los llevará a intentar "capturar más de 20 municipios que hoy están en manos opositoras, básicamente del peronismo".

Y aunque resaltó que el peronismo peleará "casa por casa", aseguró que Cambiemos se conformará con conquistar 90 intendencias en las próximas elecciones, en tanto advirtió que las de "Avellaneda, San Martín, Ituzaingó, Hurlingham, Moreno y la ilusión nunca cumplida de La Matanza" son los principales objetivos.