Nueva baja en el Gobierno: ahora se fue Leopoldo Sahores, el segundo de Diana Mondino en la Cancillería
La ministra de Relaciones Exteriores designó en su reemplazo a Eduardo Bustamante, actualmente en funciones como cónsul general de Argentina en Montevideo.
Horas después de la renuncia de Eduardo Rodríguez Chirillo como secretario de Energía, la Cancillería comunicó este jueves la salida del secretario de Relaciones Exteriores, Leopoldo Sahores, el número dos del ministerio de Relaciones Exteriores, y el nombramiento como su reemplazante de Eduardo Bustamante, actualmente en funciones como cónsul general de Argentina en Montevideo.
Bustamante es "un funcionario del Servicio Exterior de la Nación con una destacada trayectoria diplomática", informó la cartera que dirige Diana Mondino. Es abogado y licenciado en Ciencia Política y ha realizado estudios de posgrado en seguridad internacional.
"Se ha desempeñado en las embajadas argentinas en Angola y en Pakistán, y su experiencia profesional también incluye la coordinación de asuntos fronterizos y de negociaciones internacionales en temas críticos como terrorismo y crimen organizado transnacional", indicó un comunicado del ministerio.
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Mondino, por su parte, agradeció y valoró "especialmente la labor realizada por el embajador Sahores, así como la dedicación, profesionalismo y compromiso con los que desempeñó sus responsabilidades en esta etapa de la gestión".
Al mismo tiempo, aludió a Bustamante como "una persona de sólida trayectoria profesional como diplomático y con experiencia en temas relevantes para asumir un rol que conlleva alta responsabilidad".
Desde hace semanas se viene especulando con la posibilidad de que el oficialismo siga haciendo una "limpieza profunda" en la Cancillería.
Hace tan solo un par de días le había tocado salir a Ricardo Lagorio como embajador ante la ONU, luego de un fuerte cortocircuito con la Casa Rosada en la última Asamblea General de las Naciones Unidas. En su lugar asumió Francisco Tropepi, otro diplomático de prestigio, quien secundaba en Washington al embajador argentino, Gerardo Werthein.