A las puertas de una semana en la que comenzará a debatirse en el Congreso el controvertido paquete de más de 500 medidas conocido como Ley Ómnibus que definirá gran parte de su primer tramo de gestión, y sobre el que debió hacer ajustes para sortear los obstáculos de la oposición aún más amigable, Javier Milei aseguró este domingo que en el Gobierno están "sorprendidos por la velocidad" con la que se están "alcanzando resultados" a partir de las políticas implementadas desde el 10 de diciembre. Asimismo, afirmó que "no hay plan B para hacer las cosas bien", a pesar de que reconoció que "hay una luz de alerta que dice que es difícil aguantar más de un año".

En una entrevista brindada al diario estadounidense The Wall Street Journal, el mandatario ratificó su intención de dolarizar la economía: "Nosotros siempre hablamos de una libre competencia de monedas".

"No hay plan b, no hay plan B para hacer las cosas bien. Hacés las cosas bien o las hacés bien. Porque si el plan B es hacer las cosas más o menos o negociar... esa es la historia de Argentina, así estamos", puntualizó al defender su proyecto de fuerte ajuste de las cuentas públicas, reforma política y desregulación de la economía que inició en el cierre del 2023 y que llevará adelante hasta que finalice su mandato, en diciembre de 2027.

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En el inicio de la nota con el medio extranjero y consultado sobre cuánto tiempo cree que el pueblo argentino puede esperar para ver señales de que su plan está funcionando, el libertario respondió: "Entiendo que este proceso puede durar cerca de dos años y es cierto que hay una luz de alerta que dice que es difícil aguantar más de un año".

"La verdad es que cuando nosotros empezamos a ver la forma en la cual están corriendo los datos y cómo se está moviendo la inflación, nosotros mismos estamos sorprendidos por la velocidad con la que estamos alcanzando resultados", agregó, no obstante, el Presidente.

Asimismo, Milei volvió a enfatizar en la importancia de privatizar las empresas públicas lo más “rápido que se pueda”.

"Todo lo que pueda vender de empresas del Estado lo voy a hacer a la máxima brevedad. Pero hay restricciones institucionales", aclaró, y al ser consultado por sectores, remarcó: "Todo lo que pueda privatizar lo vamos a privatizar. No es una cuestión de nombres, sino de una restricción técnica en términos de tiempo".

En una convocatoria al capital internacional, también apuntó a la necesidad de generar ingresos que compensen su política "innegociable" de déficit cero: "Es cierto que nosotros necesitaríamos inversiones porque una de las cosas que sucede es que, cuando hacés un ajuste fiscal, aumentás el ahorro. Si ese ahorro no tiene una contrapartida de inversión, aparece la caída de la actividad económica, la caída del empleo y la caída de los salarios reales".

Al ser abordado sobre una eventual dolarización de la economía argentina, explicó: "Nosotros en el último mes compramos 5.000 millones de dólares y la base monetaria es de cerca de casi 8.000 millones de dólares, con lo cual si nosotros termináramos de limpiar todos los pasivos remunerados del Banco Central, estaríamos en condiciones de dolarizar por muy poco dinero".

"Siempre hemos hablado de una libre competencia de monedas, de lo que elijan los argentinos. Es probable que en un momento inicial elijan el dólar", añadió respecto de si seguía pensando en adoptar el billete estadounidense como moneda local.

Por otra parte, subrayó que China no es un "socio estratégico", pero repitió que el comercio entre "privados" -otro de los estandartes de su plan económico- no se verá afectado: "Es cierto que yo no voy a estar aliado con los comunistas, es cierto que rechazamos ser parte del Brics, pero siempre hemos sostenido que la cuestión comercial no tendría porqué ser afectada, porque básicamente es una decisión de los privados".

"Ahora, es cierto que no considero que sea nuestro socio estratégico. Pero hay que separar la cuestión geopolítica de nuestra cuestión comercial", diferenció.

En esa misma línea, aprovechó para ejemplificar y referirse a los lazos con Gran Bretaña: "Nosotros podemos tener una diferencia con el Reino Unido respecto de las las Islas Malvinas. Sin embargo, eso no imposibilita que podamos tener un conjunto de relaciones comerciales adultas".

Finalmente, Milei ratificó su apoyo al gobierno israelí en el marco de la actual guerra: "Tengo una posición clara al respecto. Nosotros hemos decidido condenar los actos terroristas del grupo Hamas, hemos decididos solidarizarnos con Israel y sus habitantes, independientemente de su nacionalidad".