Con un inédito discurso por su tono y extensión, Mauricio Macri inauguró hoy el 137º período de sesiones ordinarias del Congreso. El presidente enunció una sola propuesta de cara al año electoral -el aumento de la Asignación Universal por Hijo en un 46%- y concitó el rechazo de plano de toda la oposición.

La diputada nacional del Frente Renovador, Graciela Camaño, fue la primera en quejarse de que "no hubo ningún proyecto, ninguna idea hacia el futuro; nada más que frases sin contenido, como si fuera un candidato". En esta línea se expresó Sergio Massa, quien puntualizó en el "ataque" y la "descalificación" que expuso el primer mandatario. 

Respecto a lo enfático que fue el discurso, Fernando Espinoza consideró que demostró enojo en su discurso y fue taxativo en su análisis sobre la gestión: "Vive en un país de fantasía. Me parece que quiso lanzar su campaña y le salió muy mal. Hoy el 76% de los argentinos no lo quiere más. Está peor que hace tres años". 

Por su parte, Felipe Solá calificó la alocución como provocativa, sostuvo que Macri buscó victimizarse y comparó al recinto con La Bombonera, en alusión a los incesantes vítores que resonaban ante cada intervención. Para Agustín Rossi, el discurso, que no contuvo autocríticas por la coyuntura socioeconómica del país, fue "una arenga partidaria".

El jefe del bloque justicialista en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, criticó al jefe del Estado por esquivar el "proceso de ajuste fenomenal que instauró" y por apelar a temas secundarios. Además, catalogó de "barrabrava" a la forma que utilizó para expresarse en el recinto.   

La titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, se diferenció de los legisladores peronistas y ponderó las palabras de Macri. "Hay gatos que son tigres cuando más se los necesita", afirmó.