Neoliberal para el peronismo y la izquierda y "kirchnerista de buenos modales” para los referentes del liberalismo, Mauricio Macri conforma a pocos en el medio de una economía que no rebota, un gradualismo que no funcionó y un ajuste que llega tarde. La llegada del empresario a la Casa Rosada en 2015 puso en boga las ideas liberales sepultadas tras los fracasos de Martínez de Hoz y Carlos Menem. Ahora, se abre a la derecha de Cambiemos una puerta para el desembarco de nuevos nombres.

Si la ventana de Overton es aquel espacio que describe el rango de ideas que el público puede encontrar aceptable y viables para la política, el gradualismo transformado en un ajuste del FMI permitió entrar nuevamente las ideas de la economía clásica a la Argentina. José Luis Espert, quien diagnostica hace décadas los males de una economía con problemas estructurales, ve después de años la puerta a la aventura política de un espacio que haga "lo que hay que hacer”.

"No es que no se puede hacer nada; el problema es que todos mienten en la campaña"

Al ser consultado sobre por qué un espacio liberal podría llevar a cabo las reformas estructurales que el país necesita, sin aceptar ni el lobby empresarial ni la furia sindical, el economista responde que el eje está en la campaña electoral. "El problema es que todos mienten en la campaña”, afirma.

En ese marco, admite que las reformas que requiere el país significarán "sangre, sudor y lágrimas” por un tiempo con el fin de terminar con los 70 de decadencia que explica en su libro "La Argentina devorada”. Aunque es visto como un outsider antisistema, se despega de candidaturas como la de Beppe Grillo en Italia, la de Jair Bolsonaro en Brasil o la de Donald Trump en Estados Unidos.

"A muchas personas nos inquieta la situación del país y hemos pensado en armar una construcción con la mayor cantidad de gente posible que defienda algunas ideas elementales: una economía abierta al mundo, un estado pagable y una ley de educación por vouchers”, manifestó al ser consultado sobre una eventual candidatura.

Al mismo tiempo, si bien la mira está puesta en 2019, Espert admite que el enfoque no está puesto en la presidencia, sino en comenzar a construir una alternativa liberal que, según él y los referentes que lo acompañan, no existe hoy en la Argentina.

"Pienso que hay que imitar a los países a los cuales les va bien"

"La gente no la está pasando bien con este Gobierno y la alternativa -el peronismo- mete miedo. Creo que estamos haciendo mal las cosas. Pienso que hay que imitar a los países a los cuales les va bien. No es una cosa estrambótica de cosas que nadie hace; al contrario, son cosas que ocurren”, explicó; y agregó: "Hagamos las cosas que hacen países limítrofes como Perú, Chile, Paraguay, Uruguay o Brasil. Los que dicen que es un inviable o son parte de los ganadores en este modelo decadente o ignoran lo que hacen hermanos nuestros”.

De esta manera, avanza la idea de un nuevo espacio alejado de las ideas de Cambiemos y el kirchnerismo. Con Espert aparecen figuras como Ricardo López Murphy y Nazareno Etchepare, pero habría más nombres propios de relevancia aún desconocidos. El liberalismo se prepara para competir en 2019.