Alberto Fernández y Axel Kicillof buscan que su performance electoral se traduzca en la recuperación de municipios bonaerenses clave para el peronismo. Mar del Plata, La Plata, Bahía Blanca, Lanús, Quilmes y Tres de Febrero, los principales objetivos de cara a octubre.

En la ciudad balnearia -el segundo distrito bonaerense más poblado, detrás de La Matanza-, el candidato del Frente de Todos se impuso por 4% sobre Mauricio Macri, pero en la contienda de intendentes Juntos por el Cambio -que presentó una interna que ganó Guillermo Montenegro-, se impuso por 8 puntos sobre Fernanda Raverta. El intendente es Carlos Arroyo.

La capital de la Provincia es gobernada por Julio Garro, que buscará la reelección. En las PASO, fue el candidato más votado, pero cayó por cerca de 30.000 votos contra la boleta del peronismo, en donde competían cinco candidatos. La disputa entre Garro y Florencia Saintout se avizora voto a voto.

Cumbre con intendentes (y nuevas estrategias): la vuelta al ruedo de Vidal y Kicillof

En Lanús, Quilmes y Tres de Febrero sucedió algo similar a lo que ocurrió en La Plata: los jefes comunales del Gobierno, Néstor Grindetti, Martiniano Molina y Diego Valenzuela, se consolidaron como los candidatos con mayor caudal de votos, pero el Frente de Todos, al sumar sus múltiples listas, los doblegó a todos ellos por más de 10 puntos -en el caso de Quilmes, fueron casi 20-.

Las elecciones finales serán entre Grindetti y Edgardo Depetri (Lanús), Molina y Mayra Mendoza (Quilmes) y Valenzuela y Juan Debandi (Tres de Febrero).

Por último, en Bahía Blanca se dio un fenómeno distinto a los mencionados. Fernández y Kicillof cayeron ante Macri y María Eugenia Vidal por diferencias de 7 y 11 puntos, respectivamente, pero la elección para elegir jefe comunal fue mucho más reñida: el intendente Héctor Gay venció por solo 2 puntos al candidato peronista, Federico Susbielles.