Luego de unas semanas de intensas renegociaciones con la oposición más afín al diálogo y tras duros cruces y tensiones con los gobernadores para encauzar el trámite legislativo, el Gobierno enviaría en las próximas horas el paquete reformulado de la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, a la espera de que se apruebe en el Congreso antes del Pacto de Mayo que Javier Milei instó a los mandatarios provinciales a firmar el 25 del mes próximo. En ese mismo contexto de diálogo, las partes llegaron al acuerdo de que se restablecerá el Impuesto a las Ganancias con un piso de $1.800.000 para trabajadores solteros y $2.200.000 para casados con dos hijos.

El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, recibieron el lunes último en Casa Rosada a diputados del bloque Hacemos Coalición Federal, cuyo presidente, Miguel Ángel Pichetto, adelantó que el proyecto ingresaría "probablemente" este martes y que "la semana que viene empezaría a tratarse en comisión".

En esa reunión, según confirmó este martes Francos, acordaron con ese grupo de legisladores y los de la UCR fijar para el gravamen al ingreso una escala progresiva de tributo que arranca del 5% hasta llegar al 35%, al tiempo que contempla una actualización por Índice de Precios al Consumidor (IPC) para que se mantenga la proporcionalidad inicial.

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Mientras los principales alfiles de Milei en el Ejecutivo avanzan con la hoja de ruta trazada, Milei se muestra distante a lo que pueda pasar en el recinto una vez que lleguen plasmados los textos oficiales. En diversas oportunidades ha expresado que "si quieren confrontar va a haber confrontación" y que no tiene "esperanzas en que sean algo distinto". En esa línea expresó: "Les doy la oportunidad de sacar Bases y les ofrezco el Pacto de Mayo, que son 10 reglas para una economía sana. Si no, no importa, les veo la cara en las elecciones de 2025".

Son muchas las voces que, en la misma línea, se expresan cansadas de intentar llegar a puerto con la medida reformulada tras el fracaso inicial en el Congreso durante el verano, aunque también otros tantos -entre ellos Pichetto- señalan que es preciso cambiar la página y darle a los libertarios su primera herramienta legislativa. 

Con eso en mente, los representantes de la Casa Rosada y los bloques colaborativos apuraron las negociaciones e intercambiaron posiciones para acomodar los detalles del paquete fiscal, que desde el Ejecutivo esperan que se apruebe en paralelo a la Ley Ómnibus. 

La intención es que esta última sea tratada en comisión la semana próxima, para alcanzar a fin de mes el debate en el recinto de Diputados.

En tanto, con el preacuerdo logrado sobre la reincorporación de Ganancias, el piso se alejó del monto inicial de $1.200.000 que había sugerido el Gobierno en boca del propio ministro del Interior.

Esta medida fiscal, altamente relevante para las provincias por su impacto en la coparticipación, busca dar marcha atrás con la ley que impuso la quita del impuesto a la llamada "cuarta categoría" de trabajadores -los de mayores ingresos- y que había sido sancionada por el Parlamento antes del final de la anterior gestión, por iniciativa del exministro de Economía Sergio Massa. En ese momento, la propuesta de la ahora oposición kirchnerista partió de la premisa de "no considerar al salario como una ganancia, sino como una retribución al trabajo".