Un perejil. Un chanta. Un delirante mental. Sé quién le paga. La guerra entre Marcelo D’Alessio y Leonardo Fariña es más parecida a lo que sucedía en Zap TV, el programa de chimentos conducido por Marcelo Polino, que a lo que debería ser un expediente judicial con pruebas, peritajes y evidencias.

¿Por qué de pronto tienes tantos enemigos? D’Alessio pasó de ser referente de consulta en programas de radio y televisión, de ser recibido por funcionarios judiciales de distinta índole por ser un supuesto experto en lo suyo (aunque nadie quiera blanquear qué sería exactamente eso) a que todos lo nieguen tres veces, lo traten de loco o lo denuncien.

En el medio del escándalo por la supuesta extorsión que protagonizó, y en la que estaría involucrado el fiscal Carlos Stornelli, llegó Fariña, otro que construyó una imagen desde los canales de TV. "Este tipo es un delirante mental”, dijo el ex marido de Karina Jelinek. El falso abogado lo había acusado de ser un "testigo de la Corona”. Claro, en los audios que se conocieron, D’Alessio aseguraba que a Fariña le pasaban datos desde ciertos sectores de los servicios de inteligencia para filtrarlos en causas judiciales y que recibía por esto unos 200 mil pesos mensuales.

La historia no quedó ahí. Tanto es el encono del falso abogado que fue especialmente al juzgado federal de Dolores para declarar contra el ex valijero del rodete. "Yo sé para quién trabaja Fariña y quién le paga”, amenazó, quizás en el único momento en el cual no se mostró como un "perejil”, como él mismo se denominó.

Las coincidencias entre ambos son encantadoras. Los dos se vendieron, en su momento, como especialistas aunque luego intentaron bajarse el precio. En sus declaraciones, desligaron sus responsabilidades (penales) en otras personas aunque antes se vanagloriaron de su status económico. ¿Habrá detrás de esta batalla un correlato de la interna que se desató entre diversos actores de los servicios de inteligencia argentinos?

Comodoro Py sigue de cerca el expediente D’Alessio. En La Casa (la sede central de la AFI) también se habla mientras que los ex miembros de la actual AFI están alerta. Si fuiste servicio, siempre lo serás. Están todos alertas a los nombres que puedan surgir del celular del no abogado que él quiso abrir y ponerlo a disposición en la indagatoria a cambio de una domiciliaria. La negociación hasta en las consecuencias más adversas por más de que todo sea, según su victimización, una cama.