Javier Milei anunciaría en los próximos días la eliminación de la figura de "Primera Dama", por considerarla "vetusta" y "denigrante para las mujeres". Además, según trascendió, el mandatario tiene previsto mudarse en los primeros días del 2024 a la residencia presidencial de Olivos, donde trabajará y vivirá, aunque en principio no convivirá con su pareja, Fátima Florez.

Si bien el Presidente mantiene una relación cercana con la artista desde hace algunos meses, y viajó el último fin de semana del año para presenciar su obra de teatro y acompañarla, se espera que cada uno conserve su propio espacio, al menos por el momento. No obstante, esto podría cambiar más adelante.

El adelanto sobre la eliminación de la figura protocolar de la Primera Dama y el traslado del mandatario a la Quinta de Olivos, esperado desde su asunción, fue dado a conocer por el periodista Nicolás Wiñazki, según información publicada en el diario Clarín y replicado por la agencia Noticias Argentinas.

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En las últimas horas del 2023, el líder libertario se encuentra en Mar del Plata junto Florez, a quien acompañó en la semana de su debut teatral para la temporada. Desde antes de asumir la Presidencia y hasta la actualidad, la residencia de Milei es el hotel Libertador, que ha oficiado de búnker de campaña, vivienda y oficina del mandatario mientras espera su mudanza a Olivos.

En medio de esa espera, comenzaron a surgir especulaciones sobre la futura convivencia con su novia, y la función que le cabría o no como Primera Dama.

Con respecto al rol de esa figura, en Argentina, la posición no está definida ni regulada por un marco legal específico. No existe en la legislación una norma que delimite sus funciones.

A diferencia de un funcionario público, la Primera Dama -o Primer Caballero como fue el caso de Néstor Kirchner entre 2007 y 2010- no tiene responsabilidades formales asignadas, aunque frecuentemente asume tareas de carácter público.

Sus acciones no están contempladas en la Constitución Nacional ni en los Tratados de Derechos Humanos, por lo que es más bien una figura surgida de la tradición. Por ello, ante la ausencia de regulación específica, existe una laguna normativa que algunos proyectos legislativos han intentado abordar sin éxito hasta la fecha.

Antecedentes e historia

Desde la época de Juana del Pino -esposa de Bernardino Rivadavia- hasta la actualidad, las mujeres de los presidentes argentinos han desempeñado varios papeles y se han involucrado a distinta escala en la esfera pública e institucional.

Mientras algunas han mantenido un perfil bajo y en la sombra, otras han optado por un rol más protagónico, colaborando estrechamente con sus esposos en diversas áreas, sobre todo en aspectos sociales, siendo María Eva Duarte de Perón -"Evita"- la más recordada por el pueblo como la “abanderada de los humildes” y una de las figuras más amadas y odiadas en la Argentina, según la lente con que se la elija mirar.

Fabiola Yáñez, la pareja del expresidente Alberto Fernández, fue la más reciente primera dama y buscó mantener un perfil discreto, lo que se vio interrumpido por el escándalo de su fiesta de cumpleaños con invitados durante el aislamiento decretado durante la pandemia de COVID-19.

A pesar de no tener un presupuesto estatal asignado para sus actividades, Yáñez fue objeto de atención mediática e investigación por el uso de recursos del Estado en algunas ocasiones.

Ahora resta ver cuál será la decisión oficial del Presidente sobre el rol de la figura de primera dama de aquí en más y cuál será el papel que jugará su actual pareja en la vida política e institucional argentina, al tiempo que se define su mudanza o no a Olivos una vez que se baje del escenario pasada la temporada marplatense.