Contrariamente a lo expresado por la Confederación General del Trabajo (CGT), que consideró "un éxito" el segundo paro general contra el Gobierno de Javier Milei que llevó a cabo este jueves, la Casa Rosada calificó de "fracaso" la medida de fuerza, además de denunciar extorsiones de algunos sectores sindicales para que los trabajadores se adhirieran a la huelga.

Desde muy temprano, el Ejecutivo monitoreó el desarrollo del paro y la primera en expresarse fue la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, al enviar un mensaje a la central obrera. "Que se dejen de joder y vayan a laburar", sostuvo tras minimizar los efectos de la huelga. "No tiene contundencia. La contundencia es de la gente que quiere trabajar", destacó.

Por la noche, en declaraciones a La Nación+, la excandidata presidencial fue todavía más explícita al considerar que la medida de fuerza fue "un fracaso". "El paro mostró las debilidades del sindicalismo", señaló la Ministra antes de indicar que "en el interior todo el mundo fue a trabajar" y de afirmar que muchos dirigentes gremiales son "mafiosos y millonarios".

TE PODRÍA INTERESAR:

Quien también se pronunció fue su par de Economía, Luis Caputo, quien en un mensaje posteado en X envió su solidaridad para con todos los trabajadores que no pueden hoy ir a su trabajo y cobrarán menos a fin de mes, producto de este paro".

A su vez, el jefe del Palacio de Hacienda disparó contra "el sindicalismo", al que acusó de estar "cada vez más alejado de la realidad".

Durante la mañana, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el jefe de los ministros, Nicolás Posse, encabezaron una reunión de Gabinete sin la presencia del jefe del Estado, quien llegó a la Casa Rosada cerca de las 11 y reaccionó contra la medida fuerza con una publicación en sus redes sociales. 

"Nota de color... ¿Saben cómo se dice Faraón en hebreo? Les cuento... PARO. A buen entendedor pocas palabras bastan... ¡Viva la libertad, carajo!", posteó en X.

Por su parte, y tras participar de la reunión de Gabinete, el vocero presidencial, Manuel Adorni, denunció "extorsiones" por parte de los sindicatos contra choferes de colectivos que no se adhirieron al paro y acusó a los gremialistas de ser  "ricos y no representar los intereses de los trabajadores".

Uno de los funcionarios más activos durante la jornada fue Bullrich, quien se mantuvo atenta y en comunicación permanente con el secretario de Transporte, Franco Mogetta, e incluso denunció algunos ataques contra colectivos de líneas que no se sumaron a la protesta.

También se manifestaron en contra de la huelga referentes del PRO. El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, tildó de "profetas de la decadencia" que "solo ponen palos en la rueda" a los líderes gremiales que impulsaron el paro.

"Millones de argentinos laburantes hoy pierden su día de trabajo, el presentismo, las horas extras, las changas. El kiosquero que abre y no va a vender, el abuelo que tiene que ir al médico pero no puede salir de su casa, la obra que se frena porque algún albañil no tiene cómo llegar, el comercio que levanta sus persianas y abre igual, a pesar de que sabe que es un día en que le va a ir mal", enfatizó Macri.

También se pronunció el jefe del bloque de diputados de ese espacio, Cristian Ritondo, quien evaluó que el paro fue "un fracaso" y criticó a los líderes sindicales que lo impulsaron, al resaltar que "fueron cómplices" del "peor gobierno de la historia", en referencia a la gestión de Alberto Fernández.

Según un estudio de la UADE, el costo económico del paro general asciende a USD 544 millones. El informe detalló que la cifra "equivale al 1,1% del PIB de mayo o el 24,3% de lo que se hubiera producido en el día".