Justicia o estrategia preelectoral: debate la política la deportación de extranjeros que delinquen
La política recogió el guante del debate propuesto por el Gobierno en las últimas horas: la deportación de extranjeros que cometen delitos. A las declaraciones de Miguel Ángel Pichetto, que ayer apoyó la propuesta de Rogelio Frigerio y Patricia Bullrich, se sumaron Sergio Massa y Sergio Berni, que también se manifestaron a favor. En el kirchnerismo, aunque primó el silencio, hubo algunas expresiones en contra.
"Espero que los dos venezolanos, el paraguayo y el turco ya estén en el departamento de migraciones listos para la salida del país", lanzó ayer Pichetto después de la conferencia de prensa de Frigerio y Bullrich, que fijaron la postura oficial sobre los extranjeros detenidos durante los incidentes y la represión del miércoles en las afueras del Congreso, mientras se debatía el Presupuesto. "Hace años vengo proponiendo que el Estado debe expulsar del país a todos los delincuentes extranjeros vengan a delinquir", dijo más tarde Frigerio en diálogo con radio La Red.
Aunque todos ya habían sido liberados por falta de pruebas, el anuncio del Gobierno y los dichos de Pichetto desataron un fuerte debate sobre el tema en todo el arco político y se metió en la campaña electoral. "Estoy de acuerdo con discutir una política migratoria que nos permita expulsar a aquellos que vienen a la Argentina a delinquir", dijo el candidato presidencial Sergio Massa, que en oportunidades anteriores ya se había manifestado en ese sentido.
En el kirchnerismo hubo silencio, salvo algunas excepciones. Una fue la del exsecretario de Seguridad, Sergio Berni, que aclaró que la deportación de extranjeros no es un protocolo, sino que "la Ley de Migraciones lo dice así", aunque no aclaró que debe haber una condena firme. En 2014, Berni fue uno de los impulsores de la inclusión en el Código Procesal Penal de la posibilidad de expulsar del país a los extranjeros que sean encontrados el flagrancia cometiendo delitos, excepto que sean graves.
Otro que fijó su postura sobre el tema, aunque distinta, fue el diputado nacional Hugo Yasky, líder de la CTA de los Trabajadores, que acusó de xenófobos a quienes lo propusieron. "El Gobierno y algunos 'opositores' promueven la deportación de extranjeros sin siquiera esperar a que la Justicia los condene. Es nuestra obligación como dirigentes políticos señalar la xenofobia y repudiarla", sentenció en Twitter.