No solo lo cruzó en vivo ante más de 300 mil personas en medio de Jijiji con su famoso “hacete de abajo, Mick Jagger” para dejar en claro cuál era el pogo más grande del mundo, si no que el Indio Solari también rechazó a Mick Jagger. En una de las últimas visitas de los Rolling Stones a la Argentina, el primer invitado estrella fue el ex líder de los Redonditos de Ricota. Pero Solari dijo que no.

Juntos por el Cambio: ¿Pichetto va a inflar globos o Macri va a cantar la Marcha?

Juntos por el Cambio, la nueva marca del oficialismo

En el documental “Tsunami” que hizo con Pergolini antes de la última función en Olavarría, explicó que no tenía nada que ver él con "el cacareo" de Mick Jagger en el escenario. “Los ingleses de Abbey Road se sorprendían conmigo: ‘este tipo tiene a todo el estadio como loco cantando con las manos en los bolsillos’”, reveló Solari. Más allá de su esfuerzo histórico por esquivar los flashes de los medios hegemónicos, el astro del rock nacional no quiso tocar con Mick Jagger porque entendió que su tranquilidad arriba del escenario desencajaría con el show de los Stones.

“Pichetto bailando en el búnker del PRO”, tuiteó Alejandro Dolina hijo y reflejó una imagen inimaginable. Si Macri es reelecto, ¿Pichetto aplaudirá de costado mientras el presidente baila Tan Biónica y los globos celestes y blancos caen del techo y flotan en la fiesta amarilla? ¿Cómo hará el equipo de Cambiemos para amoldar las figuras de Macri y Pichetto, para hacerlas convivir sin que queden desfasadas? ¿Cómo hubiesen dado en cámara Mick Jagger y el Indio Solari?

Está claro que Macri está lejos de ser Mick Jagger. Casi tan lejos como Pichetto de ser el Indio Solari. Pero es evidente que será todo un espectáculo ver, en el caso de una victoria del oficialismo, cómo convive la apatía de Pichetto con los chistes de Macri sobre Sebastián Yatra, el culo de Marcelo Gallardo y sus problemas sobre la caída del pelo. ¿Harán un cocheo del senador, con el manual duranbarbista, para que baile en el escenario?

Pichetto está en las antípodas del macrismo en cuanto al discurso optimista que se elabora en las usinas del PRO. El propio senador pejotista comentó este martes que, con el correr de los años, las emociones ocupan un papel menor en su vida, sobre todo en la política y que sus decisiones responden siempre a la razón. Incluso, remarcó que le "molesta" la "alegría extrema" y el optimismo efervescente, mientras que Cambiemos usó "la revolución de la alegría" como slogan en 2015. 

La incorporación de Pichetto y el cambio de nombre de Cambiemos por un nuevo juego de palabras, que es Juntos por el Cambio, pueden significar también un cambio de ideas en las concepciones más profundas, las culturales, que desarrolló el partido y escribió Hernán Iglesias Illia en desde el área de Comunicación Estratégica de la Jefatura de Gabinete. Está claro que entre presidente y vice tiene que haber un discurso en alguna medida articulado. Pichetto dejó algo en claro: "A mí me eligió el presidente y no al revés". ¿Qué significa? ¿Que Pichetto va a inflar globos o que Macri va a cantar la marcha?