En medio de una seguidilla de ataques a efectivos de la Policía de la Ciudad en el conurbano bonaerense, Jorge Macri anunció este jueves la "ampliación de la asistencia económica para las familias de los oficiales y bomberos caídos", a la vez que cargó contra la gestión de la Provincia.

En conferencia de prensa, el jefe de Gobierno porteño precisó que la ayuda "se hará efectiva más allá de si al momento de ser abatidos llevaban puesto o no su uniforme", ya que consideró que lo que los define "es su vocación de servicio y la valentía que tienen de arriesgar su propia vida".

Además, advirtió que "cuando alguno de ellos cae en cumplimiento de su deber, o por su condición de policía, esa pérdida, es importante tenerlo en claro, no es sólo de su familia, no es sólo de la fuerza, es de toda la sociedad".

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"Ustedes están cuidando de todos nosotros y de nuestras familias y quiero ser muy claro en esto: si algunos de ustedes, a partir de ahora, no está para cuidar a sus hijos, lo vamos a hacer nosotros", afirmó Macri dirigiéndose a los efectivos, sobre quienes destacó que "ponen el cuerpo y son la frontera entre el peligro y la seguridad".

Al respecto, detalló que van a "asegurar vacantes para que sus hijos puedan seguir estudiando en la Ciudad y una beca que les permita subsistir y vivir como lo venían haciendo hasta que cumplan la mayoría de edad".

En este marco, aprovechó para apuntar -aunque sin nombrarlo- contra el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, al cuestionar: "Convivimos y luchamos en una frontera con una provincia descontrolada, que es tierra de nadie salvo el esfuerzo que hacen algunos intendentes y la Ciudad es esa frontera para el delito". 

"El kirchnerismo cree que el delincuente es la víctima, por eso no los detienen o los liberan", consideró Macri y puntualizó: "Nosotros los buscamos y los vamos a detener las veces que sea necesario. Acá, en la Ciudad, delinquir no es gratis".

En el mismo sentido, tras referirse a la fuga de presos días atrás en Caballito y que los responsables de esa unidad ya fueron apartados, agregó: "No vamos a aceptar que nadie manche el uniforme, pero menos aceptable es que nuestros policías sean baleados casi a diario yendo y viniendo de su casa en la provincia de Buenos Aires".