Este lunes es un día clave para definir la estrategia de Alberto Fernández frente a la pandemia del coronavirus. Al mediodía, el Presidente recibirá en la Quinta de Olivos a los 25 intendentes de los tres cordones del Conurbano para conocer el estado de situación de cada localidad. El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, también fue de la partida.

Desde el Ejecutivo nacional dan cuenta que el estado de situación del Conurbano será vital para saber cómo evolucionará el virus en nuestro país. No tanto, ahora, por el número de contagiado actuales (según los datos oficiales, hay más infectados en la Ciudad de Buenos Aires) sino por otras dos cuestiones: el complejo ratio de densidad de población y pobreza en algunas zonas bonaerense -sobre todo en el tercer cordón- y las consecuencias de la parálisis de la economía.

En ese sentido, el jefe de Estado puso manos a la obra. Sobre la ayuda económica, Nación dispuso una suma fija para los cuentapropistas y monotributistas que pagan el mínimo.

[recomendado postid=106985]

Mientras tanto, en el plan que esbozó Fernández se incluiría, para el Conurbano, la distribución de comida en el Gran Buenos Aires. La logística estará a cargo del Ejército y será vital, según cuentan desde Balcarce 50, la interacción de iglesias, comedores y centros comunitarios para el reparto de viandas y el relevamiento de necesidades en cada barrio.

Intendentes

"Afrontamos la reunión con la más alta expectativa", sintetizó el intendente de Vicente López  Jorge Macri a El Canciller. El primo del ex presidente y uno de los pesos pesados del Pro en la Provincia de Buenos Aires aseguró que la reunión en la Quinta de Olivos es "central" para trabajar coordinadamente entre municipios, Nación y la Provincia.

"Muchos de nosotros tenemos hospitales públicos en nuestras localidades, así que tenemos un rol central en esta batalla", completó.

Tanto Vicente López, como otros municipios de zona norte (San Fernando, San Isidro y Tigre) mantuvieron una mesa para dar cuenta de la cantidad de camas y respiradores y así, tener un informe específico sobre el estado de situación.

Pero no son los únicos municipios que iniciaron acciones preventivas con sus vecinos. Por caso, en Pilar, el intendente Federico Achával enfatizó por evitar el contacto en los countries: hubo un refuerzo de la seguridad y se procuró que no haya circulación por los barrios cerrados.

En la zona sur, una de las principales deficiencias radica en la seguridad. Sobre todo, por la imposibilidad de la policía de controlar el aislamiento obligatorio en las zonas más vulnerables. "En los barrios populares cuesta más, y la policía no quiere ir al choque por ahora. Vamos a ver cómo evoluciona la semana", comentaron a La Nación desde la intendencia en Tres de Febrero.

Será clave entonces, el rol que pueda llevar adelante Sergio Berni, al frente de la cartera de Seguridad de la Provincia.

Kicillof

El gobernador no fue un observador de lujo. Con su equipo de epidemiológicos a su lado, Kicillof busca dar respuesta -tanto a Nación como a los intendentes- sobre las cifras precisas de los casos infectados en territorio bonaerense.

El Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires informa que ya adquirió 500 nuevas camas de terapia intensiva, 400 monitores multiparamétricos y más de 9.500 determinaciones para diagnóstico del virus, entre otros insumos indispensables para dar respuesta en esta crisis. En las próximas horas, cuentan, comenzará la distribución hacia los establecimientos sanitarios bonaerenses.